Una encuesta de CPI coloca a la presidenta en la primera posición, superando a sus antecesores Pedro Castillo y Alberto Fujimori.
Una reciente encuesta realizada por CPI ha revelado que Dina Boluarte es percibida como la presidenta más ineficiente desde la década de 1990. Esta encuesta muestra que Boluarte supera en esta clasificación a su predecesor, Pedro Castillo.
De acuerdo con el estudio divulgado en RPP, el 32.6% de los encuestados considera a Boluarte como la mandataria más ineficiente. En comparación, el 22.9% opina lo mismo sobre Pedro Castillo.
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Diferencias en la percepción de ineficiencia
La encuesta también revela diferencias en la percepción de ineficiencia entre Boluarte y Castillo. Boluarte es considerada «más ineficiente» principalmente por los sectores D (37.3%) y E (39.5%). En contraste, Castillo enfrenta críticas de los sectores A (34.8%) y B (27.5%).
Otros presidentes en la lista
El 10.4% de los encuestados considera ineficiente a Alberto Fujimori, destacando su ineficiencia especialmente en la costa sur (13.5%) y entre los jóvenes de 18 a 24 años (11.8%).
Alan García ocupa el cuarto lugar con el 8.3% de opiniones desfavorables, centradas en su mandato de 2006 a 2011. Ollanta Humala cierra el top cinco con un 3.7%.
Aprobación de Dina Boluarte en descenso
El estudio también indica que la aprobación de la gestión de Dina Boluarte ha descendido a un nuevo mínimo del 7.1%. Esto representa una caída significativa desde el 21.2% que tenía al inicio de su mandato.
La desaprobación de su gestión ha aumentado, alcanzando el 89.2% en julio, un punto porcentual más que en mayo (88.2%). Esta tendencia sugiere un creciente descontento con su administración, especialmente tras el escándalo del ‘Caso Rolex’.
En el interior del país, la desaprobación es aún más pronunciada, llegando al 90.9%, mientras que la aprobación apenas alcanza el 5.8%.
Preferencia por la renuncia en fiestas patrias
La impopularidad de Boluarte es evidente en que la mayoría de los encuestados desean que la presidenta anuncie su renuncia durante su discurso de Fiestas Patrias. Esta preferencia supera incluso el interés por un aumento del sueldo mínimo, mejoras en educación y salud, y la lucha contra la corrupción.
