Síndrome de Sarcopenia o pérdida de masa y fuerza muscular a partir de los 65 años, aumento debido a la inactividad de adultos mayores. Según información del Instituto Nacional de Estadística INEI existen más de 200 mil adultos mayores entre 70 y 74 años a nivel nacional.
El síndrome de la Sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada de los músculos, normalmente se presenta a partir de los 65 años y si no se toma las medidas correspondientes, los riesgos se incrementan dado que las fibras musculares se envejecen, más aún en esta época de confinamiento decretado por el gobierno precisamente, para salvaguardar a los adultos mayores del mortal virus.
Una de las repercusiones de este aislamiento en los ancianos debido a la inactividad en la que se encuentran, es que ese proceso de envejecimiento se acelera a nivel exponencial. A partir de los 75 años pierden 500g de músculo por año, con el encierro obligatorio esto se podría haber incrementado.
El envejecimiento de las fibras musculares trae como consecuencia caídas frecuentes, disminución de la masa ósea y pérdida de la estabilidad en la marcha, lo que podría acarrear en afectaciones en el desarrollo de las actividades básicas de su vida diaria.
“El confinamiento busca protegerlos del COVID sin embargo, la inactividad que presentan, hace que se aceleren ciertos síndromes geriátricos como lo es la sarcopenia relacionada al mismo proceso de envejecimiento, este síndrome se caracteriza por que conlleva a las caídas frecuentes, la disminución de la masa ósea por ende a las hospitalizaciones y peor si presentan comorbilidades, también pierden su autonomía en sus actividades diarias” sostuvo la licenciada Marcelina Alvizuri del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud.
La vocera de EsSalud recomienda realizar rutinas de actividades físicas para complementar la preservación del músculo y su funcionalidad. Según la especialista existen 4 tipos de ejercicios que podrían mejorar esta situación: “Los adultos mayores deben realizar aeróbicos, entrenamientos de resistencia progresiva, ejercicios de flexibilidad y entrenamiento de equilibrio. Las recomendaciones deben de ser al menos de 150 minutos a la semana o 20 minutos diariamente” señaló
OTRAS FORMAS DE ENFRENTAR LA SARCOPENIA
El confinamiento también ha repercutido en una alimentación nada saludable con un exceso de alimentos procesados como la pasta de tomate, frutas en almíbar, tocino, atún enlatado, jamones, panes, mermeladas y también alimentos ultra procesados como: Snacks, galletas, helados industrials, margarinas, caramelos, bebidas gaseosas, jugos envasados, refrescos, bizcochos, cereales endulzados, yogures azucarados, sopas instantáneas, pizzas, hamburguesa, salchichas y trozos de carne de ave y pescado empanizados.
Estos alimentos han generado ganancia de peso en base a calorías vacías y deficiencias de macro y micronutrientes como son las proteínas, vitaminas y fibras, esenciales para el control y preservación de la masa muscular que tanto necesitan.
Se debe incluir en la alimentación del adulto mayor proteínas de alto valor biológico como: leche y yogur descremado, huevo, pescado, pollo, pavita, hígado y carnes rojas magras, las que deben de ser fraccionadas a lo largo del día. También es importante la vitamina D que no solo influye en la salud ósea, sino también en la muscular, el control de la presión arterial e inmunidad por lo que se recomienda la exposición al sol en manos y cara por 15 minutos hasta 3 veces x semana. La fuente de vitamina D la podemos encontrar en el Jurel, atún, hígado, yema del huevo, champiñones, leche fortificada.
Según información del Instituto Nacional de Estadística INEI existen más de 200 mil adultos mayores entre 70 y 74 años a nivel nacional que podrían estar atravesando el síndrome de la sarcopenia, la vocera de EsSalud señala que existe entre un 60% y 70% de posibilidad de alcanzar un envejecimiento saludable dependiendo de los hábitos, dieta y sobre todo la actividad física.
Desde el Hospital Guillermo Almenara de EsSalud se brinda los servicios de Teleorientación Nutricional para la población adulta mayor, solo entre julio y agosto se atendió a más de 180 asegurados.
