El impacto del aumento de precio del petróleo ha afectado gravemente a Estados Unidos. El Estado de Joe Biden necesita una producción a corto plazo.
Jennifer Granholm, secretaria de Energía de Estados Unidos, presionó a las petroleras a amentar el suministro de crudo. El elevado precio de la fuente de energía ha afectado gravemente a Norteamérica.
Asimismo, en una conferencia energética anual CERAWeek, en Houston (Texas), Granholm remarcó el grave impacto de los elevados precios del petróleo.
“En este momento de crisis, necesitamos más suministros. Y eso significa que ustedes produzcan más ahora mismo”, señaló la secretaria. Ella advirtió que el presidente ruso, Vladímir Putin, esta “arrinconado” por las sanciones, lo que puede ocasionar que “cualquier cosa” suceda. “Estamos en situación de guerra. Esto es una emergencia”, agregó.
En esa misma línea, el Gobierno se comprometió a trabajar en conjunto con el sector privado. La finalidad es aumentar la producción “a corto plazo” a la vez que se trabaja hacia una transición de energías limpias.
Incremento del precio de combustible
La Casa Blanca afirmó que la guerra en Ucrania ha ocasionado un incremento de 0,75 dólares de la gasolina por galón (3,78 litros) para los estadounidenses. Asimismo, mantiene contactos con países productores para aumentar el suministro, como Arabia Saudí o Venezuela, países con los que Washington ha tenido relaciones tensas.
Desde que Rusia comenzó la invasión de Ucrania y tras las duras sanciones de los países occidentales a su economía, los precios de los combustibles se han disparado. Debido al temor a que haya escasez global de suministro, el gobierno ruso tomó esta medida de respuesta.
Incluso, este martes, EE. UU. y el Reino Unido anunciaron el veto a las importaciones de petróleo procedentes de Rusia.
El barril de referencia en el país, el de Texas (WTI), ha alcanzado el pico de 130 dólares registrado el domingo. Un máximo no visto desde el verano de 2008, aunque hoy ha bajado a los 112 dólares.