DESDE EL AÑO PASADO POLICÍA NO PUEDE ATRAPARLO
Edson Grover Quispe, junto con su banda delictiva, se dedicaba a apropiarse de terrenos que no eran suyos.
Pasan los meses y Edson Grover Quispe Rivera continúa prófugo de la justicia. Como se recuerda él junto a Carmen Julia Victoria Chambi, y otros miembros de su banda se dedicaban a apropiarse de propiedades que no eran de ellos, para lo cual falsificaban documentos y firmas.
Sobre Quispe pesa la orden de captura a nivel nacional desde mediados del año pasado, pero hasta ahora no ha podido ser capturado, dejando en claro cierta desidia por parte de las autoridades para exigir su arresto.
Edson Grover Quispe Rivera y Carmen Julia Victoria Chambi fueron considerados como presuntos coautores de los delitos contra la fe pública, en la modalidad de falsificación y uso de documento privado falso, en agravio de una empresa privada y el Centro de Conciliación Voluntad (centro que ya no cuenta con la autorización del Ministerio de Justicia para seguir operando); también por delitos contra la administración pública, en la modalidad de fraude procesal, así como asociación ilícita para delinquir.
Esta mafia utilizaba centros de conciliación. Es ahí donde se iniciaba el fraude. Fraguaban firmas de representantes legales o apoderados para poder hacerse de predios que no les correspondían.
Además, daban direcciones inexistentes para que las notificaciones no llegaran a los verdaderos dueños, quienes se enteraban recién del fraude cuando venían a desalojarlos.
Un ejemplo claro fue lo que le sucedió a una empresa privada, cuyos directivos se enteraron de este acto delictivo a partir de la recepción de una notificación del Juzgado Civil Transitorio de San Juan de Lurigancho, en el que se les informó de un proceso civil que exige la ejecución de un acta de conciliación fraguada, supuestamente suscrita entre los denunciados y el gerente general de la empresa, solicitando el otorgamiento de escritura pública del terreno ubicado en el Sol de la Molina, a favor de los denunciados.
Según explicaron los directivos de la empresa, los denunciados fraguaron la firma del representante legal de la empresa y se consignaron domicilios falsos para evitar que la empresa agraviada tome conocimiento del tema.
Los voceros adujeron que el representante legal no firmó ninguna minuta de compraventa, ni fue citado, ni mucho menos se apersonó a algún centro de conciliación.