La situación legal del exministro del Interior, Carlos Morán, se complicaría luego de indicar que llamó por teléfono al coronel de la Policía Nacional y exjefe de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac), Harvey Colchado, para que exprese su respaldo a la presidenta Dina Boluarte, así como su garantía de que el caso contra Nicanor Boluarte sería archivado.
El penalista Diego Arteaga Lagos señaló que, de ser cierto el pedido del exministro, este habría incurrido en el presunto delito de tráfico de influencias, previsto en el artículo 400 del Código Penal. “La pena va de cuatro a seis años y, en su forma agravada, hasta ocho años. Esto, en razón a las reuniones que sostuvo con la presidenta Dina Boluarte, su exabogado Mateo Castañeda y Nicanor Boluarte, quien viene siendo investigado por el Ministerio Público”, destacó el especialista del estudio Mendoza Malapartida & Asociados.
Asimismo, detalló que Morán podría complicar su situación legal tras afirmar que tiene influencias reales o simuladas respecto a su cercanía y llegada con Harvey Colchado, a fin de prometer a los hermanos Boluarte obtener una ventaja a través de información reservada de la investigación penal seguida contra Nicanor.
“Respecto de Harvey Colchado, siempre y cuando haya actuado como agente encubierto, no habría cometido ningún delito, pues el código procesal penal establece que el agente encubierto está exento de responsabilidad penal por aquellas actuaciones que sean consecuencia necesaria del desarrollo de la investigación”, dijo el especialista.
En contraste, Arteaga explicó que el Código Procesal Penal también prohíbe la figura del agente instigador, pues, de serlo, perdería eficacia su participación; toda vez que el agente encubierto no puede ser un provocador del delito y no puede inducir a cometerlo.