La exposición “Arquetipos, artistas jóvenes de Arequipa” se inaugurará el 23 de junio en Casa Rubens de Pueblo Libre.
Seis artistas arequipeños presentan en la exposición “Arquetipos, artistas jóvenes de Arequipa”, una serie de cuadros tomando cada uno un modelo o punto de partida, para representar, según su técnica, personajes, espacios, situaciones cuyo valor simbólico va más allá de su mirada personal.
La exposición curada por Hugo Salazar Chuquimango presenta las obras de Nicole Lazarte, Verónica Torocahua, Ángela Salas, César Zamata, Marita Chavez y José Carlos Bernedo. La muestra se inaugura este jueves 23 de junio en Pueblo Libre, en el espacio Casa Rubens (Jr. Benigno Cornejo 449, a cuatro cuadras de la municipalidad distrital).
El curador de la muestra manifiesta que esta nace desde el ámbito pseudocientífico, como señala Carl Gustav Jung, “los arquetipos eran determinantes vitales de la estructura psíquica que, al ser presentados, se pueden caracterizar parcialmente como temas recurrentes en el pensamiento o en la imaginación”. Así, entonces, cada artista ha dispuesto un nexo arquetípico para la presentación de sus obras.
La inocencia
Nicole Lazarte inspecciona desde una realidad personal su constante presente y las emotividades que producen la ausencia, los espacios y las presencias. En palabras de la artista: ‘Un registro de emociones, sensaciones y vivencias plasmados a causa de pérdidas, confinamientos y crisis mentales, todos en un entorno de profunda intimidad’. Aunque en sus pinturas y dibujos los ojos bien abiertos de sus personajes parecen desafiar al mismo espectador, no hay duda de que la inocencia está aún presente.
La maternidad
Verónica Torocahua desafía hasta al ojo más perspicaz a reconocerse en esta serie de acuarelas rojas ‘A favor y en contra de la maternidad» un color de sangre incandescente e inoxidable, que aún vibra, como los latidos de una vida que se aferra a su matriz o de una vida que se va desangrando al generar otra vida. ¿Qué genera el amor? ¿Es un instinto o un impulso de nuestra condición? En palabras de la artista, la maternidad es ‘una misión libremente aceptada en la que la mujer llega a trascender y, según aprenda a asumirla, pueda llevarla por distintos caminos, transitar entre la crueldad y el amor’.
Lo indeterminado
José Carlos Bernedo indaga en lo inconcluso de sus figuras humanas en reposo, o inertes ante el espectador, una manera de cómo sujetar visualmente el color y las formas mediante módulos en cada rastro de pincelada, donde importa más el proceso que el resultado. La sensibilidad que puede producir una obra no siempre está en lo que ella representa o el tema que toca, también lo puede hacer el lenguaje de sus texturas, del color, de los todos, en este caso, que se producen en la carne.
La ensoñación
Angela Salas crea una pausa en la cotidianidad del ensimismamiento con su obra Del ensueño a la sombra, serie que nos muestra personajes anónimos en un ambiente real-imaginario sumergidos entre la luz y la sombra, enclaustrados en un tiempo que parece no pertenecerles. Como señala la artista: ‘Desde mi perspectiva como artista, me pregunto qué es ser persona, qué es ser mujer’, y adiciona sobre la ensoñación que «a diferencia del sueño, no se cuenta. Para comunicarla hay que hacerla corpórea, configurarla con emoción, con placer, reinventándola más cuando se la vuelve a configurar.
La sombra
Marita Chávez expone una serie de pinturas en las que, a pesar de fijarnos siempre en cómo la luz baña las formas, y en este caso los ambientes, solemos darle relevancia a este efecto, mas no le damos la relevancia a la sombra. Esto sí sucede en esta serie para darle el verdadero equilibrio aprovechando la ausencia de los personajes. La artista acota sobre esto: ‘Mi serie sobre la sombra equivale a la energía reprimida que encuentra una proyección al exterior, integrarnos a nuestra propia sombra nos permitirá convivir con nuestra luz y oscuridad’.
Lo volátil
César Zamata dispone en sus imágenes de una sutileza que se percibe solo en los sueños más apacibles y que tal vez podemos encontrar en el campo, fuera de toda congestión de los lugares más transitados de un citadino. El artista señala: ‘Busco plasmar en el lienzo muchas veces la calma, aunque por dentro tenga acelerado el corazón’. Señalizaciones, rezagos de aves, aviones, nubes, sombras proyectadas, cuerpos inertes, etc. Todo en una atmósfera de misterio y un tiempo que no hace falta controlar