En la próximas elecciones presidenciales en Bolivia
Carlos Mesa se ha erigido como la única opción con posibilidades de hacerle frente a Evo Morales en las urnas este próximo domingo 20 de octubre en Bolivia, en medio de una oposición enfrentada entre sí, tras las fallidas propuestas de un frente único para acabar con la era del presidente indígena.
Escritor, periodista e historiador, Mesa es el único candidato opositor que, según las encuestas, parece con opciones de forzar una segunda vuelta con Morales, en la que podría incluso arrebatarle el mando del país tras catorce años en el poder.
Nacido en La Paz en 1953, hijo de los reconocidos arquitectos ya fallecidos José De Mesa y Teresa Gisbert, gran parte de su vida ha estado dedicada al periodismo y la historia, además de mantenerse intermitentemente en la política en los últimos 18 años.
En 2002 abandonó su labor en televisión por su candidatura como vicepresidente y acompañante de Gonzalo Sánchez de Lozada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que asumió su segundo mandato.
Su gestión, que se extendió hasta 2005, tuvo que enfrentarse a manifestaciones que terminaron por acorralarlo, como reflejó en su libro “Presidencia sitiada”.
Este pasado suscita las mayores críticas de quienes cuestionan su candidatura, que lo acusan por su cercanía a Sánchez de Lozada, prófugo de la Justicia boliviana por las muertes en las protestas, y por una supuesta incapacidad para comandar el país.
Pero desde que a finales de 2018 decidió ser candidato por el Frente Revolucionario de Izquierda, integrado luego en la alianza Comunidad Ciudadana, su popularidad ha ido creciendo camino de la cita del domingo, con su lema “Ya es demasiado” de casi catorce años de Evo Morales en el poder.