Por negarse a declarar y colaborar con la justicia
La esposa del presidente Pedro Castillo, Lilia Paredes, fue denunciada penalmente por el presunto delito contra la administración pública por no haber respondido el interrogatorio al cual acudió como parte de las investigaciones por presunto lavado de activos.
Según se informó, la acusación fue planteada ante el despacho de la Quinta Fiscalía Corporativa de Lavado de Activos, específicamente el cuarto despacho a cargo de Luz Taquire, por el presunto delito de negarse a colaborar con la justicia.
La denuncia ingresó a las 4:25 p.m. aproximadamente, según el documento difundido por la prensa, y se oficializó horas después de que la primera dama acudiera ante la fiscal Taquire, quien investiga el presunto delito de lavado de activos por el cual la empresaria Karelim López se ha acogido a la colaboración eficaz.
Durante el interrogatorio, Lilia Paredes se acogió a su derecho a guardar silencio apelando a sus vínculos con el mandatario Pedro Castillo, a pesar de la insistencia de la fiscal.
Fuentes del Ministerio Público indican que tampoco quiso escuchar las preguntas formuladas por el Ministerio Público, por lo que la fiscal Taquire procedería a derivar el caso a una fiscalía penal ya que el artículo 371 del Código Penal señala que si un testigo se abstiene a brindar su declaración, puede ser sancionado con penas hasta dos años de cárcel.
De acuerdo al oficio remitido por el fiscal coordinador de lavado de activos, Rafael Vela Barba, hacia la mesa de partes de las fiscalías provinciales penales de Lima para que proceda conforme a sus atribuciones en atención al presunto delito de negativa a colaborar con la administración de justicia, tipificado en el artículo 371 del Código Penal.
La diligencia estaba programada para las 10 de la mañana. Paredes llegó minutos antes, a bordo de un automóvil oficial del Estado, en medio de un fuerte resguardo policial.
Sin embargo, junto a su abogado, la primera dama indicó a la representante del Ministerio Público que no iba a responder ninguna pregunta, a pesar de que aún no se había iniciado el interrogatorio.
Taquire insistió para que la testigo responda, pero la primera dama optó por el silencio. Luego, se retiró a las 10 y 40 de la mañana.
