El aumento del 36% en los brotes reportados subraya la necesidad de medidas preventivas para contener este contagioso virus estomacal.
El estado de Florida enfrenta un notable incremento en los casos de norovirus, un patógeno altamente contagioso que provoca vómitos, diarrea y malestar gastrointestinal. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre agosto y diciembre de este año se registraron 495 brotes confirmados o sospechosos en el país, representando un incremento del 36% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El norovirus, también conocido como «virus de los cruceros» debido a su rápida propagación en espacios cerrados, es responsable de numerosas infecciones en lugares como escuelas, hospitales, residencias de ancianos y embarcaciones. En Florida, donde la densidad de población y las actividades turísticas son altas, las autoridades han intensificado las alertas para prevenir su propagación.
Síntomas y formas de transmisión
El virus se caracteriza por manifestarse entre 24 y 48 horas después del contagio, con síntomas como vómitos, diarrea, náuseas y calambres abdominales, que suelen durar de uno a tres días. Las principales vías de transmisión incluyen el consumo de alimentos o agua contaminados, el contacto con superficies infectadas y la interacción directa con personas contagiadas.
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Especialistas, como los de la Clínica Mayo, subrayan que aunque la infección suele ser breve, puede resultar peligrosa en niños pequeños, personas mayores y aquellos con sistemas inmunitarios debilitados debido al riesgo de deshidratación severa.
Recomendaciones para la prevención
Actualmente, no existe un tratamiento específico para el norovirus, por lo que las medidas preventivas son clave. Los CDC aconsejan una adecuada hidratación para combatir los efectos de la deshidratación y destacan que lavarse las manos con agua y jabón es fundamental, ya que los geles desinfectantes no eliminan el virus de manera efectiva.
Además, se recomienda limpiar y desinfectar superficies con productos a base de cloro y evitar la manipulación de alimentos si se presentan síntomas de la enfermedad.
El repunte de casos en Florida pone de manifiesto la importancia de adoptar hábitos de higiene rigurosos, especialmente durante los meses de mayor incidencia, para reducir el impacto de esta enfermedad en las comunidades.