Estamos frente a una máquina política e ideológica pagada por 30 millones de peruanos, señala
Erick Rivera
El excanciller de la República, Francisco Tudela, consideró que el Lugar de la Memoria es un foco de propagación de ideologías desfasadas que le han hecho mucho daño al país y que no representa el sentir de la mayoría de peruanos, por lo que el Estado no debería financiarlo con nuestros impuestos.
¿Qué opina sobre el Lugar de la Memoria tras la polémica ocurrida recientemente?
Lo que creo es que a diferencia del museo de historia, de arqueología, o de arte, (donde) no hay discusión sobre lo que se muestra allí, el Lugar de la Memoria es un lugar muy controvertido que divide a todos los peruanos, pero es pagado con los impuestos de todos, siendo divisiva. Eso significa que, gran cantidad de peruanos que no están de acuerdo con el Lugar de la Memoria, tienen que financiarlo igual a través del Ministerio de Cultura. Es ahí donde se presenta una gran inequidad e injusticia, porque se trata de una institución ideológica a diferencia de los museos, además solo representa la ideología de un sector de peruanos, no de todos.
¿Qué se debe hacer entonces?
El Lugar de la Memoria debe ser financiado por el sector privado, es decir, los que quieren que este lugar siga funcionando deben conseguirse los recursos que sean necesarios, pero de ninguna manera se debe utilizar los recursos públicos. Esa es mi primera aclaración en base a lo que he visto. Yo pago impuestos, pero siento que mis impuestos están siendo mal usados en el Lugar de la Memoria. Y millones de peruanos como yo piensan lo mismo.
Recientemente se desató una polémica luego de que el congresista Edwin Donayre grabara a una guía del LUM (Gabriela Eguren) cuando tergiversaba hechos sobre el terrorismo ¿Cuál es su opinión?
(Respira hondo) La señora Gabriela Eguren no era una guía como equivocadamente la prensa ha señalado, ella dentro del LUM era la responsable del área de pedagogía y programación de las actividades educativas, también organizaba, con el dinero de todos los peruanos, unos talleres de motivación a la lectura para niños de 7 a 10 años. Y decía que las lecturas que les daba a estos niños respondían a los ejes temáticos del Lugar de la Memoria. Es decir, en pocas palabras, están adoctrinando a los niños [que acuden al museo], y Eguren era la encargada de esto, porque ella pertenece al colectivo Tropa Lectora.
Es evidente que el director del museo y la ministra de Cultura tienen que haber estado al tanto [de las actividades que se realizan dentro del LUM] porque [Gabriela] no era una guía. Por consiguiente, el tema de fondo es si el Estado peruano debe financiar a una institución ideológica que representa a la opinión de un sector de la población, pero no a la mayoría del país.
Entonces, ¿frente a qué estamos tratando?
Estamos frente a una máquina política pagada por 30 millones de peruanos que no saben qué es lo que están pagando.
Desde la izquierda se acusó al legislador Edwin Donayre de querer destruir el LUM ¿Qué opina?
Lo que yo creo, independientemente de las circunstancias, con respecto al contenido de lo que le dictan a los niños en sus talleres de motivación, (es que) están equivocados; porque es contrario a la Constitución, a la posición del gobierno, al Estado, y a la gran mayoría de los peruanos. Si fueran privados, ellos podrían decir lo que quieran, pero como son financiados por el erario público me parece muy injusto que todos los peruanos paguemos las actividades de un sector ideológico.
¿Puede el Estado subsidiar a un sector ideológico de la política peruana con el dinero de todos los peruanos? La respuesta evidente es que no.
¿Cuál es el objetivo de la izquierda en este tema?
La izquierda ha vivido siempre de la victimización, en realidad son una especie de mendigos de la victimización. Es una estrategia política aprendida de una circunstancia diferente, me refiero al exterminio de los judíos por parte de los nazis. Luego de ver la reacción de los judíos frente al Holocausto, les dio la idea a la izquierda de que puedan hacer lo mismo con su propia gente: con los terroristas, agitadores, coordinadores regionales.
