“Hay que actuar sin arrogancia”, dijo Boric en su primera presentación.
Gabriel Boric desea una solución regional para la migración venezolana. En la primera comparecencia frente a los medios de todo el mundo acreditados en Santiago, el nuevo mandatario de Chile ha postulado un sistema de cuotas migratorias inspirado en el modelo que la Alianza Europea aplicó para recibir a los habitantes sirios que huían de la guerra. “Una crisis migratoria, en esta situación de más 6 millones de individuos, más que nada a partir de Venezuela, no puede recaer en un uno o un conjunto de territorios. Poseemos que pensar en la solidaridad latinoamericana. Brasil, Uruguay, Paraguay, además Bolivia, poseen un papel que cumplir”, comentó Boric.
El jefe chileno ha pedido además desideologizar las empresas multilaterales latinoamericanas “para que las interrelaciones no cambien una vez que cambian los Gobiernos”. No obstante, ha sido explícito en su apoyo a dirigentes regionales como Lula da Silva y el candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro. Su primer viaje al exterior va a ser a Buenos Aires, donde lo recibirá su homólogo Alberto Fernández.
Chile recibió entre enero y julio de 2021 a unos 24.000 venezolanos que llegaron por tierra a su frontera norte, contra 16.000 de todo 2020, según cifras de la Policía de Investigación. Si bien el número no es comparable con las cifras, ejemplificando, colombianas (1,8 millones de migrantes a partir de 2018). Chile confronta una grave crisis humanitaria, con familias completas que llegan exhaustas, caminando, a una región desértica donde no descubren alimentos ni agua. Ahí chocan con una zanja cavada por el anterior Régimen de Sebastián Piñera. Los que logran pasar y sobreviven al desierto, tratan de llegar hasta la urbe costera de Iquique, donde acampan en las plazas. Meses atrás, los vecinos de Iquique incendiaron colchones, ropa y tiendas de los recién llegados.
Boric mencionó este lunes que solicitó orientación a Gobiernos de Europa sobre “el sistema de cuotas” que aplicó frente a el éxodo sirio. “Hemos pedido la crítica de presidentes extranjeros en relación a aquello. Lo poseemos que dialogar multilateralmente, sin embargo, pienso que es algo en lo cual todos podríamos triunfar, tanto las naciones como además los inmigrantes, que lo elaboran en una situación de mucha desesperación. Frecuentemente, al sobrecargarse todo en un solo territorio se ven en una situación bastante difícil de inserción”, describió.