IVÁN TORRES LA TORRE
El título de esta columna responde al clamor popular de todos los peruanos de a pie, que no queremos un presidente que visite colegios, que participe en simulacros de sismos, que vaya a las fiestas patronales de las hermosas provincias del Perú, gabinetes binacionales, que recolecte firmas para un referéndum, que su único discurso sea la lucha contra la corrupción, que quiera aumentar el número de parlamentarios, que se enfrasque en pugnas con el legislativo, pues todo esto está comprobado que no nos llevará a nada, faltando de esta manera al compromiso histórico que debe asumir un presidente de la República frente a la nación en su conjunto.
El presidente de la República debe ser un estadista por excelencia, es decir, tener conciencia del pasado, análisis y reacción en el presente e inteligencia para el futuro; en estos tres ejes se resume el perfil del primer mandatario de una República. Sin embargo, estas características están ausentes en el perfil del presidente Vizcarra, quien debe conducir el quehacer nacional y nuestro destino como país.
Con referéndum y otras cosas más el país no va a desarrollarse. Lamentablemente necesitamos otras decisiones presidenciales como por ejemplo qué medidas se van a tomar para reactivar el crecimiento económico, qué medidas se van a tomar para elevar el nivel educativo de la niñez y la juventud peruana, qué trascendentales decisiones se van a tomar respecto a la política fiscal que impide el crecimiento comercial y empresarial del país, cuál será la política internacional para atraer a las inversiones multimillonarias que generen la reactivación del con los consecuentes negocios paralelos que se generan alrededor de las inversiones extranjeras. El peruano de a pie necesita saber cómo se van a reformular las políticas públicas de salud o identificar claramente qué instrucciones tiene el ministro del Interior para combatir la inseguridad ciudadana; o quizás también nos interese conocer como se está trabajando en la reconstrucción del norte peruano luego de los desastres que dejó el niño costero, pues por poner dos ejemplos, las zonas devastadas en el terremoto chileno fueron reconstruidas de manera inmediata y el huracán que arrasó Puerto Rico hoy es parte de la historia, pues esta hermosa isla está siendo reconstruida casi en su totalidad.
Es derecho de todo peruano conocer cómo se atenderán los reclamos sindicales del sector Salud y Educación. Es nuestro derecho saber que medidas se vienen adoptando contra el terrorismo en el campo y la ciudad, que por un lado ataca y mata a nuestros policías y, por otro lado, ataca ideológicamente a nuestros universitarios.
Finalmente, gobierne señor presidente y déjese de políticas bodegueras, que para eso no está en la casa de Pizarro, lidere el destino del país y olvídese de las firmas para referéndum inoperantes que no son más que una lavada de manos, pues usted ha dejado solo al pueblo en sus decisiones, pintándose de democráticas las decisiones del 28 de julio, cuando no son más que simples propuestas populistas ante la ausencia de liderazgo y decisión. Hasta la próxima semana.
