Medida busca fortalecer capacidades de defensa y seguridad del país
El Gobierno del Perú ha aprobado, mediante la Resolución Legislativa N.° 32214, la entrada de efectivos militares del Departamento de Defensa de los Estados Unidos a territorio nacional durante el 2025. La norma, publicada en el diario oficial El Peruano, establece que esta disposición será efectiva desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del próximo año.
Según el documento, el contingente estadounidense, compuesto por 55 efectivos, trabajará en coordinación con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú (PNP) en diversas actividades de entrenamiento y cooperación. El objetivo es reforzar las capacidades operativas de las instituciones encargadas de la defensa y la seguridad nacional, tal como lo permite el numeral 8 del artículo 102 de la Constitución Política del Perú.
La normativa también otorga facultades al Poder Ejecutivo, a través de resoluciones supremas refrendadas por el Ministerio de Defensa, para realizar ajustes a las fechas de inicio de las operaciones en caso de situaciones imprevistas.
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Presencia en regiones clave del país
El despliegue de los militares estadounidenses está programado para realizarse en varias provincias del territorio peruano, incluyendo Lima, Callao, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Huancavelica, Cusco, Ayacucho, Apurímac, Santa Lucía, Puerto Maldonado, Iquitos y Pucusana. Estas localidades han sido seleccionadas debido a su importancia estratégica para las operaciones de cooperación.
Equipo y armamento
El contingente ingresará al país con un arsenal que incluye armas de diverso calibre y capacidad, entre las que destacan:
- 25 fusiles M4 (5.56mm) y sus cañones cortos.
- 25 pistolas M9 o M17 (9mm) y 25 pistolas Glock (9mm).
- 4 ametralladoras M249 (5.56mm) y 5 ametralladoras M240 (7.62mm).
- 2 ametralladoras MK48 (7.62mm).
- 2 lanzagranadas M320 (40mm) y 2 morteros de 60mm.
- Varios modelos de fusiles, como el M2010, SCAR, M110 y M107, además de 2 escopetas calibre 12.
La medida ha generado diversas reacciones en el ámbito político y social, dado que implica la entrada de armamento sofisticado para actividades de entrenamiento. Sin embargo, el Gobierno sostiene que esta cooperación es clave para fortalecer la seguridad del país y enfrentar posibles amenazas.
