Crónica Uno, Efecto Cocuyo y El Venezolano TV han sido silenciados por el gobierno sin motivo.
Los canales que se trasmitían vía internet en Venezuela desde Miami como El Venezolano TV, Efecto Cocuyo y Crónica Uno fueron bloqueados debido a la solicitud de La Comisión Nacional de Telecomunicaciones a los proveedores de internet. La decisión ejecutiva no ha sido anunciada, razonada públicamente o fundamentada con motivos. Sencillamente, estos medios dejaron de estar accesibles dentro del país.
No es la primera vez que algo así ocurre en Venezuela. Varias ONG han denunciado, al menos desde 2014, el bloqueo selectivo de sitios informativos, muchas veces críticos o no a expensas de intereses oficiales, mediante una evaluación de este tipo.
Desde ese momento hasta hoy, los portales multimedia El Pitazo, VivoPlay, Venezolanos por la Información, Noticias al Día, Alberto News, Armando.info, La Patilla, Caraota Digital y Monitoreamos; entre otros, han sido silenciados para los internautas, además de NTN24 en Colombia y El Tiempo e Infobae en Argentina.
Las prohibiciones impuestas por el gobierno no conducen necesariamente a la desaparición de estos vehículos, que a menudo usan y alientan al público a usar VPN para eludir las prohibiciones digitales y el acceso al navegador. A veces los bloqueos son temporales. Algunos de estos portales son muy populares entre los buscadores de información, en un país donde los medios tradicionales para consultarlos, especialmente el papel, han sido destruidos casi por completo por leyes y reglamentos y acoso del chavismo.
Carlos Correa, director de Crónica Uno, no se siente en absoluto sorprendido por esta medida en contra del medio que dirige, aún a pesar de que jamás se la comunicaron: “Nos extraña que no hubiera sucedido antes. Llevamos 8 años denunciando estas prácticas ante instancias como Naciones Unidas, que se han replicado en infinidad de ocasiones en muchos portales digitales, algunos de los cuales, por cierto, no son necesariamente de noticias.”
“Una vez más estamos ante un estado que no solo no ofrece garantías básicas de un acceso a internet confiable, como lo establecen los estándares internacionales, sino que también atenta contra los esfuerzos de libre información que hacen los portales digitales en Venezuela para romper la censura y ofrecer información plural a los ciudadanos”, afirma Marianella Balbi, directora Ejecutiva del Instituto de Prensa y Sociedad.
