– ¿Usted como exfiscal de la Nación, cómo se siente después de lo declarado por Jaime Villanueva respecto al periodista Gustavo Gorritti y su supuesta influencia sobre Pablo Sánchez?
Bueno, todo lo que ha dicho en cuanto a todas las personas que vinculan merece una investigación, indudablemente. Claro que en mi caso, cuando se refiere a mí, en breves líneas, son cosas que no han existido, pero en fin, que se investigue, yo no tengo ningún problema.
– Qué tal poder que habría tenido Gustavo Gorriti en la Fiscalía ¿no?
Bueno, el poder si se puede llamar así, lo tiene desde el año en el que el expresidente Alejandro Toledo asumió el gobierno porque usted bien sabe que Gorriti trabajó al lado de Toledo, y este apoyó a la Fiscalía para crear los tribunales que iban a jugar al gobierno saliente de Fujimori. Entonces, es ahí donde llegan los que llamamos “caviares”. Esa gente de Toledo, con Gorriti a la cabeza, formaron las salas y las fiscalías que investigaron al fujimorato. Ahí llegan ellos a investigar, a juzgar y a tener todo el poder que tuvieron con los años que vinieron.
– Según palabras de Jaime Villanueva, Pablo Sánchez como fiscal de la Nación le debía obediencia absoluta a Gorriti ¿habría que también sancionarlo a este señor?
Claro, porque, por menores cosas como una llamada telefónica han destituido gente. Y a él no le ha pasado nada. Él, recuerden ustedes, fue el fiscal superior que acusó a todos los miembros salientes del gobierno fujimorista y coincidentemente, la sala del Poder Judicial que presidió el juzgamiento a los fujmoristas en problemas fue Inés Tello, la famosa señora de la Junta Nacional de Justicia que hasta ahora no se jubila.
– ¿Cree que a partir de ahora se reformará íntegramente el Ministerio Público?
Es muy triste, esto ya ha degenerado, ya no hay confianza en nadie. Por supuesto, en las cabezas porque tenemos fiscales de otros niveles que son gente bien preparada y que nunca se les toma en cuenta. Estamos viendo que vamos girando y girando en lo mismo y no se toman decisiones de parte ni del Congreso ni de ninguna autoridad. Vemos que la Junta Nacional de Justicia sigue nombrando, como nunca, un montón de jueces y fiscales, parece que se quieren despedir, pero con una faena grande. Hay gente que está fusionada tanto en la Junta como en la Fiscalía y en el Poder Judicial, pero ahí están gobernando y no les pasa nada.
– ¿Qué institución tiene la facultad de reformar el Ministerio Público, o este tendría que autor reformarse?
La situación es bien complicada, porque de ley sería una intervención del Congreso de la República para reformar tanto a la Junta Nacional de Justicia como a la Junta de Fiscales Supremos y solucionar el problema en ese aspecto. Pero ahora la gran pregunta es, ¿tenemos un Congreso adecuado para hacer estos cambios? Estamos en un círculo vicioso. Si bien es cierto, en el Congreso son pocos los congresistas que se salvan de esta crítica, pero el asunto es complicado, porque la politización de la Fiscalía se debe precisamente por la infiltración de gente en el Congreso que se han visto de alguna manera beneficiados con las decisiones que se han tomado últimamente en la Fiscalía, como el caso de “Los Niños”, como el caso de tanta gente que ha delinquido del Congreso y que no les ha sucedido nada.