Por: Beatriz Mejía Mori / Estamos enfrentando un ataque con virus y bacterias mutados como armas letales en laboratorios financiados por el grupo de poder económico que ha venido dominando la economía del mundo hace más de un siglo y que ahora nos están imponiendo un sistema de gobierno mundial que han llamado “Nuevo Orden Mundial.”
La situación que estamos viviendo ha sido minuciosamente planificada para producir la quiebra de las naciones y su sometimiento al nuevo orden económico, político y social que ellos están estableciendo bajo un gobierno mundial a través de la ONU y sus organismos especializados como la Organización Mundial de la Salud – OMS.
La OMS se ha convertido en una herramienta de implantación de la agenda de la muerte para reducir la población mundial en dos tercios.
Eso explica por qué las instrucciones que deben seguir los gobiernos no se dirigen a salvar a sus poblaciones sino a que muera la mayor cantidad de personas vulnerables por edad, desnutrición, enfermedades previas, o con sistemas inmunológicos debilitados por la radiación de los celulares y equipos digitales, que este grupo de poder se ha encargado de hacer más destructivos progresivamente con las bandas 4 G y 5 G.
Eso explica porqué han negado la existencia de medicinas contra el coronavirus y otros patógenos que han esparcido en el ambiente de las ciudades principales del mundo y en aquellos lugares donde tienen intereses económicos, geopolíticos y religiosos, buscando que la gente de esos lugares muera. ¿Se han preguntado por qué comunidades nativas de la Selva aisladas tienen coronavirus y están muriendo?
Sí hay medicinas, tanto naturales como químicas, y la OMS salió a prohibirlas para que la población mundial no tenga más alternativa que morir.
Los gobiernos de gran parte de naciones se han sometido a los dictados de la OMS vulnerando sus Constituciones Políticas, abdicando de su soberanía nacional y de su deber fundamental de defender y salvar la integridad de sus pueblos.
Cientos de miles de personas han muerto en todo el mundo y cada muerte tiene responsables, los funcionarios y el director de la OMS Tedros Adhanom, pero también los gobernantes y funcionarios que a nivel nacional se han sometido a los irracionales dictados de este plan genocida.
La organización criminal que dirige este plan genocida con suficiente dinero para comprar organismos internacionales como la OMS y la misma ONU, es responsable de genocidio y crímenes de lesa humanidad, no solo por generar esta pandemia esparciendo estos virus y provocar hasta hoy la muerte de cientos de miles de personas, sino por fabricar virus y bacterias mutantes como armas letales y patentarlas con el objeto de asesinar millones de personas para cumplir su plan de dominación del mundo, y por haber promovido y financiado la legalización del aborto, la legalización de la pedofilia, la imposición de la ideología de género en la educación de los niños y en la cultura de los pueblos, que los está destruyendo, la legalización de las drogas que hacen daño a la salud humana, la destrucción del matrimonio y de la familia, el asesinato de cristianos, el incendio de iglesias y objetos sagrados del cristianismo, la destrucción de la cultura social cristiana, por secuestrar niños y someterlos a tratos crueles y humillantes para potenciar su sufrimiento y asesinarlos en rituales satánicos para beber su sangre; lo cual demuestra que se trata de una organización religiosa satánica que tiene en ejecución un plan de satanización de la cultura mundial para implantar su Nuevo Orden Mundial anticristiano.
Y son además responsables por ordenar a los gobiernos la toma de control político de los Poderes Judiciales y Legislativos, para normalizar el mal y sus manifestaciones delictivas: la pedofilia, el aborto, la perversión de niños para cambiarles la identidad sexual, el consumo de drogas, la mutilación del cuerpo humano, la perversión y abuso de las mujeres destruyendo su integridad mental, física y psicológica bajo el falso lema de libertad sexual e igualdad, el asesinato de los ancianos y enfermos bajo el engaño de la eutanasia y el suicidio asistido bajo el falso lema de morir con dignidad, la perversión sexual que hunde a las sociedades en la degradación , envilecimiento y destrucción, la persecución de la fe cristiana por supuestamente ir en contra de los nuevos derechos humanos a la perversión y degradación humana que promueven abiertamente con la complicidad de los gobiernos, convirtiendo estos graves delitos en impunes, y en legal y no perseguible judicialmente sus gravísimos crímenes de Estado, de genocidio y de lesa humanidad; y por el contrario, encarcelar a los legítimos denunciantes de estos crímenes.
Si nuestros gobiernos están sometidos a ese aparato de poder mundial y pretenden someternos a sus dictados, los pueblos del mundo no tenemos por qué aceptarlo, en la mayor parte de Constituciones está establecido el derecho constitucional a la insurgencia, que reconoce la libertad y facultad constitucional de los pueblos para no someterse a gobiernos que vulneran la Constitución y los sagrados derechos de sus naciones.
Hacemos un llamado a los pueblos del mundo para no seguir permitiendo la barbarie del mal a la cual nos están sometiendo, a sacar el coraje y valor del patriotismo y de la soberanía de nuestras naciones y emprender un gran movimiento social para que se capture y procese penalmente a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad a nivel internacional y en nuestros países.
Las pandemias, las persecuciones, las injusticias, la imposición del mal como doctrina política y social no pararán a menos que seamos firmes en decirles basta y procediendo a la detención y procesamiento criminal de los responsables.
Hay una fuerza imparable en la fe y el coraje de los pueblos, es hora de sacar la fe y el coraje para defender a nuestras naciones y devolverle la Justicia y la Libertad a la humanidad.
