Las temperaturas extremas en Estados Unidos afectan aproximadamente a 70 millones de estadounidenses.
Estados Unidos registra este fin de semana temperaturas extremas que mantienen por lo menos a 70 millones de individuos en estado de alerta, más que nada en los Estados del Medio Oeste y la costa este de la nación. Sin embargo, como todos los veranos, y de forma más excesiva en el último lustro, California paga el costo máximo, con incendios que baten trágicos récords en voracidad y expansión. Impulsado por el calor extremo, la sequía y unos bosques llenos de maleza, un incendio forestal al oeste del Parque Nacional de Yosemite se ha desbocado a lo largo de la madrugada de este domingo hasta transformarse en uno de los más grandes del año. Una cantidad enorme de residentes han debido ser evacuados.
El incendio, del todo descontrolado a primera hora del domingo (hora local), amenazaba con arrasar unas 2.000 casas la víspera, por lo cual fueron evacuados unos 3.000 residentes a sitios habilitados como refugios. En la madrugada del domingo, ya eran 6.000 los que habían recibido la orden de desalojo. La causa del fuego, que se comenzó el viernes y ha quemado una expansión aproximada de 5.800 hectáreas, se desconoce.
“Hoy se espera que el clima se mantenga caluroso con mínima humedad, entre el 5% y el 10%, lo cual dificultará las tareas de extinción del fuego”, ha señalado a primera hora de la mañana de este domingo el servicio de emergencias.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ha proclamado el estado de emergencia para el condado de Mariposa debido al incendio. El testimonio posibilita al Estado entrar a dinero y recursos federales para combatir las llamas. La Casa Blanca suele aprobar enseguida declaraciones de regiones catastróficas por desastres naturales para que los fondos federales fluyan sin dilación hacia los Estados.