La falta de aprobación por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima, dirigida por Rafael López Aliaga, ha generado incertidumbre entre los organizadores de la Marcha del Orgullo 2024.
A menos de tres semanas de su ejecución. Los preparativos enfrentan contratiempos debido a la demora en la respuesta, lo que impide cerrar contratos y confirmar acuerdos con proveedores y organizaciones.
Marcha del Orgullo 2024
La Marcha del Orgullo 2024 en Lima enfrenta una situación crítica debido a la falta de respuesta de la Municipalidad Metropolitana de Lima, dirigida por el alcalde Rafael López Aliaga. La falta de aprobación ha generado incertidumbre entre los organizadores, quienes ya enfrentan retrasos en la planificación del evento.
Los organizadores han lanzado un aviso anunciando la interrupción de calles adyacentes al recorrido, pero no pueden comunicar el trayecto detallado debido a la falta de respuesta. La demora en las respuestas ha sido interpretada como un rechazo anticipado, pero los organizadores insisten en obtener una respuesta oficial.
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La administración dirigida por Rafael López Aliaga, conocido por su oposición al feminismo y al enfoque de género, no ha otorgado aún la aprobación oficial para la realización del evento. Los organizadores han señalado que, de no obtener una respuesta pronta, interpretarán el «silencio administrativo» como una aprobación tácita para continuar con los preparativos.
«Vamos a convocar una conferencia de prensa y dar a conocer el recorrido y el acto final de la Marcha del Orgullo, tal cual lo hemos establecido a solicitud de la propia municipalidad. Si no tenemos una respuesta rápida, lo interpretaremos como un silencio administrativo que nos da la facultad de seguir adelante con las gestiones que estamos realizando», afirmó el vocero.
La Marcha del Orgullo 2024 en Lima se encuentra en un momento crítico debido a la falta de respuesta de la administración dirigida por Rafael López Aliaga. A medida que el tiempo se agota, los organizadores enfrentan crecientes desafíos logísticos y contractuales. Sin una respuesta oficial, están preparados para interpretar el silencio como una aprobación tácita y proceder con los planes establecidos.