La región de Madre de Dios enfrenta una situación crítica debido a las inundaciones que afectaron la ciudad de Iñapari, en la provincia de Tahuamanu.
Hasta el momento, alrededor de 800 personas han sufrido las consecuencias de esta emergencia, lo que ha llevado al Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) a evaluar la posible declaratoria de estado de emergencia en la zona.
César Sierra, director de respuesta del Indeci, informó en una entrevista, hasta ahora, solo se han registrado daños materiales en Iñapari. Las inundaciones fueron causadas por el desborde de los ríos Acre y Yaverija, resultado de las intensas lluvias de los últimos días. Sierra destacó que, aunque el nivel del agua está disminuyendo, los daños persisten, lo que justifica la evaluación para declarar el estado de emergencia.
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El representante del Indeci enfatizó que la evaluación de la emergencia es continua, registrada en el sistema de información. Una comitiva de la entidad se trasladó a Iñapari para evaluar la magnitud de los daños y la situación actual. Sierra agradeció que no se hayan reportado daños a la vida ni a la salud, pero reconoció la afectación a la infraestructura de algunas comunidades.
Sierra explicó que están recolectando información de comunidades alejadas en la frontera con Brasil, con el cual se mantienen relaciones bilaterales para colaborar en casos de emergencia. Destacó la importancia de esta colaboración, especialmente en situaciones donde las comunidades afectadas están ubicadas en zonas de difícil acceso.
Purús
En relación con la situación en Purús, Sierra informó que el Ministro de Defensa, Walter Astudillo, se trasladó con una comitiva hacia este distrito. Señaló que la única dificultad para llegar a Purús es el acceso exclusivo por medios aéreos. El ministro llevó consigo dos toneladas de ayuda humanitaria y medicinas del GORE Ucayali en un avión de las Fuerzas Armadas.
En resumen, la región de Madre de Dios enfrenta desafíos significativos debido a las inundaciones en Iñapari, y el Indeci está evaluando la posibilidad de declarar el estado de emergencia para hacer frente a la crisis. La respuesta rápida y coordinada es esencial para mitigar los efectos y brindar apoyo a las comunidades afectadas.