Conocido internacionalmente como “Juan de Dios”, hizo sanaciones masivas en el Perú, y fue condenado en su país a 40 años de prisión
El más famoso sanador brasileño, João Texeira de Faria, conocido en el Perú como el “curandero de Fujimori” y por haber efectuado en 1991 en masivas sanaciones y supuestas operaciones con sus manos en el Estadio Mama Ocllo, en Pueblo Libre,(Lima), enfrentó en 2018 acusaciones de violaciones sexuales en su país, que le valieron un juicio en el que fue condenado a 40 años de prisión.
Este médium espiritista que saltó a la fama por haber aparentemente sanado al expresidente peruano Alberto Fujimori y a otros exmandatarios como Lula da Silva, Hugo Chávez o Dilma Rousseff,Oprah Winferey y la modelo Xuxa, ocupa en esos días la atención mediática por algo distinto a sus peculiares métodos de curación. Inicialmente 13 mujeres y luego hasta 300 lo acusaron de abusar sexualmente de ellas en su clínica.
Joao Texeira, que se hacía llamar “Juan de Dios” enfrentó las acusaciones en diciembre del 2018 en el programa Conversa com Bial («Conversación con Bial») en el canal Globo TV y otras aparecieron en el periódico O Globo, del mismo grupo de comunicación.
Del cielo al infierno
De médium, curandero y sanador espiritual pasó del cielo al infierno tras haber cautivado durante cinco décadas a miles de personas por todo el mundo con su fama de persona milagrosa, mientras abusaba de mujeres y niñas allá dónde iba.
Las primeras denuncias se hicieron públicas el 7 de diciembre de 2018, en el talk show Conversa con Bial, conducido por el periodista Pedro Bial, uno de los reporteros y presentadores de más credibilidad en Brasil, que presentó inicialmente los relatos de cinco víctimas. Una semana después, más de 300 mujeres habían acusado formalmente a João de Deus y la Justicia le detenía, condenado a 40 años de prisión
Casi todas las mujeres prefirieron mantenerse en el anonimato, pero una de ellas, la coreógrafa holandesa Zahira Lieneke Mous, aceptó ser identificada y aseguró que “Juan de Dios” la manipuló para realizar actos sexuales y posteriormente la violó.
Desde la oficina del curandero emitieron un comunicado en el que niegan rotundamente las acusaciones. El texto de descargo decía que “Juan de Dios, de 76 años, «usa sus poderes para tratar a miles de personas y rechaza de forma vehemente las acusaciones de cualquier práctica inapropiada durante sus tratamientos».
Investigación acusadora
Los más de 18 meses de investigación periodística que resultaron de las denuncias y terminaron en el arresto del médium, fueron presentadas los primeros días de agosto del 2020 en una serie documental de seis capítulos, Em nome de Deus (En el nombre de Dios), que Globo —la principal empresa de comunicación de Latinoamérica— estrenó también para el público internacional en la plataforma GloboPlay.
La serie presenta además otras facetas de la actividad criminal de João de Deus, como su presunta relación con el narcotráfico y casos de homicidio en su pasado.
Lo más contundente de la serie es la reunión inédita de las primeras mujeres que revelaron los abusos en la televisión. De diferentes partes de Brasil —y también de Holanda, la coreógrafa holandesa Zahira Lieneke Mous, en la que las víctimas confraternizan y cuentan detalles de la violencia que sufrieron y que algunas guardaron por más de 20 años.
El documental
El documental “Em nome de Deus” es la historia de las mujeres y del coraje que tienen para reaccionar. El periodista cree que las denuncias en contra de un hombre tan poderoso e influyente en Brasil no hubieran sido posible sin algo como el Movimiento #MeToo. “Desde el coraje de las mujeres para denunciar, hasta la conciencia social, en un sentido más amplio, que influye en la decisión de un delegado, un juez, un fiscal. Es un zeitgeist”, dice.
Ejemplo de ello es el hecho de que por lo menos dos mujeres ya habían denunciado al médium por acoso sexual: una en los Estados Unidos —donde João de Deus daba charlas y pasaba consultas espirituales—, y otra en Abadiânia (Brasil), donde estaba el centro religioso creado por él. Las investigaciones no fueron adelante. En el caso de la joven brasileña, que hizo la denuncia en 2014, la fiscal consideró que hubo un “acto inmoral”, pero que eso no era suficiente para incriminarlo.
Cuánto más investigaban, más se daban cuenta de que habían contado solo una parte de una historia muy larga, que avanza por diferentes regiones de Brasil, Holanda, Australia y Estados Unidos. Así surgió la idea de convertir la investigación periodística en una serie documental, con el éxito de lograr construir buenos arcos cortos, que se resuelven dentro de cada episodio, y un arco largo que recorre toda la serie.
“Ese formato da nuevas posibilidades para el oficio periodístico. Por su intimidad con la cinematografía, el documental permite al espectador no solo informarse, sino también vivir una experiencia. Le permite ponerse en el sitio de otra persona, algo tan en falta en el mundo contemporáneo”, comenta Bial.
Perfil de Texeira
Juan de Dios nació el 24 de junio de 1942 en Cachoeira de Fumaça, en el estado brasileño de Goiás, hijo de un sastre y una ama de casa. Estudió hasta el segundo año de la enseñanza básica y apenas sabe leer y escribir, de ahí que se le suela describir como semi analfabeto.
Tenía su consulta en Abadiania, una pequeña localidad del mismo estado de Goiás situada a unos 115 kilómetros de la capital del país, Brasilia. Es una población de unos 19.000 habitantes.
Allí diagnosticaba enfermedades, prescribía tratamientos y realizaba cirugías psíquicas y físicas. Antes de fundar la Casa San Ignacio, de Dios peregrinaba por el país haciendo «cirugías espirituales». Al inicio de su trabajo, fue objeto de denuncias de ejercicio ilegal de la medicina.
Su gira en Perú
La fama de Joao Teixeira, forjada desde los años 70, lo volvió una celebridad en el Perú en 1991, cuando llegó desde Brasil, traído por el desaparecido empresario de espectáculos Jonel Heredia, para realizar sus célebres sesiones espirituales y curaciones, en las que tuvo como paciente al expresidente Fujimori.
El sitio escogido para sus sesiones fue el Complejo Deportivo Mama Ocllo, en Pueblo Libre, hasta donde llegaron más de 30 mil personas para encontrar la supuesta cura a sus enfermedades. En la espera incluso falleció una persona: un hombre de 66 años que sufrió un paro cardíaco.
Teixeira se paseaba por Lima hablando de sus ‘poderes curativos’, a pesar de las quejas del Colegio Médico del Perú y los reparos de la Iglesia Católica.