El empresario peruano o extranjero sean bienvenidos. Pues, tienen la particularidad de invertir, generar fuentes de trabajo y tecnología. Eso está bien y, es lo se quiere porque contribuyen activamente en el desarrollo constructivo de una Nación. No obstante, recusamos a aquellos otros (los menos) que aprendieron a utilizar la política como un instrumento bursátil e hicieron del Estado y la Sociedad, aparatos apetecibles de enriquecimientos ilícitos. Eso es ilegal e inmoral para el País.
Estas prácticas no saludables, arruinaron moralmente a nuestra Nación. He allí, Odebrecht, el Club de los Constructores, entre otras empresas que, mellando los niveles más altos del poder político y económico del país, se desempeñaron sobre el putrefacto estiércol de la corrupción. Sólo Odebrecht pagó en sobornos, sumas superiores a 29 millones de dólares a altos funcionarios del Estado peruano.
Los bellacos del Club de los Constructores, también. Bastó sólo estos dos casos emblemáticos para provocar una profunda crisis de valores. Pues, su dramático desarrollo pulverizó a la Nación. Planteándose enormes desafíos de investigación judicial, periodística e histórica sobre el particular. ¿Las frágiles memorias de los peruanos se acuerdan de ellos?
No, entonces siendo la brisa contraria al vendaval, corresponde a la inversión privada, de gran heterogeneidad entre regiones, actuar bajo las reglas de la honestidad empresarial que caracteriza al emprendedorismo.
No caben las satanizaciones al empresariado patriota, en un contexto dramático para el país, porque ellos aman tanto al Perú, como nosotros. Desean de corazón y por acción, industrializar el País, vía diversificación productiva con mayor valor agregado a su producción, innovándose y desarrollando nuevas tecnologías para ser más competitivos.
El emprendedorismo tiende a incidir de modo favorable en el crecimiento económico. Pero su eficacia, podría ser relativizada por cuestiones institucionales: precaria institucionalidad, informalidad, excesivos reglamentarismo, corrupción, inestabilidad política, inseguridad ciudadana, etc.
Pues, se es emprendedor por necesidad o por oportunidad. Claro que el mayor impacto se debe al emprendimiento por la oportunidad relacionado a la infraestructura de la comercialización y la innovación.
A mayor inversión mayor crecimiento económico. Desde luego, que también dependerán del tipo de inversión. Pues, apostamos por los capitanes de nuestra industria nacional.
Pues, el impacto del emprendimiento empresarial sobre el crecimiento económico es mayor en tanto, los empresarios sean más activos, en la medida que el crecimiento económico está influenciado básicamente por aquella actividad emprendedora de alto nivel de innovación en contexto institucionales favorables.
Los empresarios emprendedores son los impulsores y promotores del progreso tecnológicos a través de la introducción de posibilidades técnicas no probadas e innovadoras para producir nuevos productos o producir las existentes de otra forma,
Entonces, allí están los empresarios que arriesgando sus recursos estén dispuestos a producir bienes y servicios eficientemente, contribuyendo de esa manera al incremento de la productividad. Pues, en un contexto de grave crisis policía, económica y moral, el empresario patriota se constituye en un innovador que percibe oportunidades y asumen riesgos en un contexto de incertidumbres.
(*) Abogado penalista y analista económico.