Territorio chino, misterioso y fantástico, captó los sueños e imaginación del autor.
El exquisito escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) se ha convertido en un verdadero símbolo de la amistad chino-argentina, a partir de la construcción de una obra literaria que incluye un sinfín de referencias a la milenaria cultura del país asiático, territorio misterioso y fantástico que captó los sueños e imaginación del autor.
“El vínculo de Borges con China se inicia con su interés por todo lo fantástico, por los seres imaginarios, al tomar todo lo que es la filosofía china como un instrumento para socavar certezas y como una forma de cuestionar la metafísica de Occidente”, dijo en entrevista con Xinhua la académica argentina, Mercedes Giuffré.
La experta, magíster en filosofía y ciencias políticas, además de profesora de Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata, dijo que a Borges le interesó especialmente la filosofía china y a partir de ella “todo el bagaje de una cultura milenaria”.
“Borges juega todo el tiempo con los ciclos, los inicios, los apogeos y las decadencias, y ve en la civilización china la forma de completar un ciclo. El devenir universal para Borges lo representa China, a la que encuentra como sede de los elementos fantásticos de su literatura”, señaló la entrevistada.
Giuffré recordó que el autor argentino era un admirador de “Sueño en el pabellón rojo”, obra de Cao Xueqin, que leyó a principios del siglo XX, un libro fantástico que está dentro de los clásicos de la literatura china.
“Ese libro se iba escribiendo por capítulos y se entregaba en los mercados. Tenía que tener una clave de interés para sus lectores. Entonces los apasionaba con historias cada vez más fantásticas”, señaló la también escritora.
“Borges adhirió a esta idea fantástica y utiliza a China para abrir senderos que se bifurcan. Y de ahí surge uno de los más famosos de sus cuentos vinculados con China, que es ‘El jardín de senderos que se bifurcan’”, señaló la académica.
La directora del Centro de Estudios de Corea y China e integrante del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales puntualizó que en ese texto de Borges “aparecen distintas variaciones, un sinólogo, un investigador, un periodista, la persecución por parte de los alemanes, y todo transcurre dentro de un jardín”.