Hasta el momento hay más de mil denuncias
La tranquilidad de la urbanización Miraflores Country Club, en el distrito de Castilla, Piura, se vio sacudida por un dramático suceso que puso en evidencia el horror que una joven de apenas 19 años tuvo que enfrentar. Con apenas 16 días en su nuevo empleo como empleada doméstica, J.C.LL.S., natural de Huancabamba, vivió una experiencia que la sumió en una pesadilla desgarradora.
En la madrugada del 11 de mayo, los sonidos angustiantes de los gritos y sollozos de la joven llenaron las calles, alarmando a los vecinos y llevándolos a alertar a la comisaría Tacalá. La situación alcanzó su punto más crítico cuando J.C.LL.S. amenazó con arrojarse desde el tercer piso de una vivienda.
La rápida intervención de las autoridades permitió evitar una tragedia mayor. Al llegar al lugar, los agentes encontraron a la joven temblando de terror, aferrada a la estructura de una ventana, con el rostro desencajado por el miedo y la desesperación. Pero lo que reveló después conmocionó a todos.
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En un acto desesperado por escapar de su agresor, J.C.LL.S. confesó a las autoridades que había sido víctima de abuso sexual por parte del hijo de su empleador, identificado como Cristhian Saldaña. Esta revelación provocó la indignación de la comunidad, que exigió justicia y que el responsable fuera llevado ante la ley.
«Mi hermana ha sido violada por el hijo de los dueños. Queremos justicia y ver tras las rejas a ese hombre. El examen dio positivo para violación», expresó con furia el hermano de la víctima, reflejando el sentir de una comunidad consternada por lo sucedido.
Este trágico episodio no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres en entornos laborales precarios, sino también la urgente necesidad de concienciar y actuar para prevenir y abordar la violencia de género en todas sus manifestaciones. La historia de J.C.LL.S. es un doloroso recordatorio de que la lucha por la igualdad y la seguridad de las mujeres aún está