La corrupción, la epidemia de América Latina (XXIII)
Por: ALTER B. HIMELFARB W.
Todos los países Latinoamericanos, casi sin excepción, están enredados, enmarañados o embrollados, con esa *angelical* empresa que se llama ODEBRECHT.
Algunos Presidentes y ex Presidentes, algunos Congresistas o Senadores, algunos Ejecutivos intermedios, como Gobernadores y Alcaldes, Directores de Entidades Gubernamentales, han caído desgraciadamente en el ejercicio *obligado* de la corrupción.
No solamente la que pudo provenir de ODEBRECHT, sino también la que ellos mismos inventaron y “cranearon”, para robar las arcas del Estado, que son las mismas de la población. Partida de badulaques, miserables depravados, que deberían ser enjuiciados con severidad.
Pero, sumarle a todo este panorama de descomposición y putrefacción, que en algunos de nuestros países, además, el sistema judicial está salpicado con corrupción, es prácticamente “como quitarle la pierna buena al cojo”.
¡Hasta ahí llegamos!
Ya no hay ni Chapulín que nos defienda.
Y traigo a colación, algunos comentarios, sacados del Pentateuco, que nos dejan con claridad, la eternidad del mensaje.
El Pueblo judío, comenzó a leer en la semana del 5 al 10 de Agosto, el 5º Libro del Pentateuco, denominado “Debarim” (en Hebreo), o “Palabras”.
Encontramos en el Cap. I, vers. 16 y 17: “Y encomendé a vuestros jueces en la hora ésta diciendo: Oíd a vuestros hermanos y juzgaréis entre el hombre y su hermano y entre el extranjero. No conozcáis rostros en el juicio, al pequeño como al grande oiréis, no temáis ningún hombre, porque de Dios es la Justicia”.
Y agregamos unas exégesis, –al respecto-, del Profesor Mordejai Yaacobi, (Qepd) de su libro “Oye Israel”, Pág.169, Editorial Mejoras, Barranquilla, Colombia, 1967:
“Lo que primero recordó Moisés al pueblo judío, fue la rectitud, la independencia y la imparcialidad de sus Cortes de Justicia”.
“No hay medida más exacta del nivel social, humano y cultural de un Pueblo, como el modo de actuar de sus Cortes de Justicia”.
“Bienaventurada la Sociedad que puede confiar sin duda y sin sospecha en la justicia de sus Cortes.”
Cuando comienza a fallar nuestro sistema judicial, prácticamente podemos decir que “hemos tocado fondo”. Y es indudable, *a simple vista*, que en un Sistema Judicial lleno de hampones, la calidad del Gobierno, la calidad del país, se desmorona.
Para concluir, traemos unos apartes sobre la Justicia, tomados del “Diccionario Enciclopédico del Judaísmo”, pág. 217, Salomón Lewinsky, 2009, Editorial Planeta Colombiana:
“La búsqueda de la Justicia es la que orienta la demanda por la justicia social que, haciendo gala de un humanismo sin par, es el fundamento de toda la legislación bíblica”.
“De ahí el énfasis en Deuteronomio XVI, 19 *No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos*”.
(*) Miembro A.I.E.L.C.