El padre, un militar británico, que las esperaba en su auto, movilizó de inmediato a los soldados, sin hallar su rastro
BBC.COM/MUNDO
Una niña británica de dos años que se encontraba con su tía en la sección caja de un supermercado, desapareció misteriosamente en circunstancias que se desprendió de su familiar para seguir a su madre que volvió a ingresar al centro de abastos y desde entonces han transcurrido 40 años sin que nunca se tenga noticias de ella.
La desaparición de la niña Katrice Lee ocurrió el 28 de noviembre de 1981, el mismo día de su segundo cumpleaños, mientras estaba con su madre y su tía en el supermercado delas tres armas militares, cuyas siglas son NAAFI de Paderborn, en lo que era entonces Alemania Occidental, donde iban hacer comprar papas fritas que faltaban para iniciar la fiesta de cumpleaños.
En la hora del desayuno, la mamá Sharon, el papá Richard y la tía Wendy le cantaron feliz cumpleaños. Luego, Sharon, Wendy, con Katrice, se encaminaron a efectuar las compras. Luego de hacerlas y hallarse en caja para hacer los pagos, la mamá se dio cuenta de que faltaban las papas fritas, dejó a Katrice con su tía Wendy.
En apenas segundos, la niña se alejó de su tía Wendy para ir detrás de su madre, y se hizo humo como si la hubiera tragado la tierra.
Presentimiento
Richard Lee, el padre que esperaba junto a su coche, de repente como presa de un presentimiento, se sintió intranquilo porque le pareció que sus familiares se demoraban más de la cuenta en regresar.
Richard no encontró a sus familiares en el área de comida y bebidas de la tienda, y través de la puerta abierta de la oficina del gerente, vio a su esposa y a su hermana con expresión de angustiadas. «Le pregunté qué estaba pasando. Wendy dijo inmediatamente: ‘Katrice desapareció'».
El padre, por su entrenamiento como militar, llamó a todos los soldados que tuvo a la vista en el supermercado y los movilizó en toda el área en busca de su hija desaparecida. Ese fue el comienzo de nuestra pesadilla.
La hermana de Katrice, Natasha, que entonces tenía siete años, recuerda que luchó por comprender lo que estaba pasando cuando su padre llegó repentinamente a la casa con la esperanza de que la niña hubiera logrado regresar de alguna manera.
Investigación fallida
Los investigadores de la Real Policía Militar (RMP) británica tejieron toda clase de hipótesis, algunas extremadamente fantasiosas, como que la niña se habría dirigido a un río cercano, y se habría ahogado, y desestimaron la idea, porque nunca encontraron cadáver alguno.
El padre Lee creyó y sigue creyendo firmemente que «Alguien cogió a Katrice [en el supermercado y se la llevó» y que su hija desde entonces “está viviendo una mentira con una familia que le ha ocultado su verdadera identidad».
Las autoridades policiales, ante la ninguna evidencia de su paradero, paralizaron la búsqueda. Los Lee se separaron en 1989 y dejaron Paderbornn y al año siguiente se divorciaron. En 1999, Lee fue dado de baja del ejército, tras 34 años de servicio.
Revisión del caso
Treinta y seis años después, en el 2017, el gobierno británico acordó revisar el caso, y volvió a reactivar la hipótesis de revisar el cauce del río Alme, cerca de donde desapareció Katrice, donde más de 100 soldados llevaron a cabo una excavación de cinco semanas, con resultados negativos.
La hermana mayor Natasha, cinco años mayor que Katrice, resolvió casarse en el año 2018 y le producía angustia el hecho de estuvieran buscando su cuerpo, mientras ella hacía planes de su bodas.
Seis meses después, Natasha se casó con Mike Walker, y como conmovedor homenaje, lució un preciado recuerdo en su vestido: un botón del cárdigan rojo de su hermana perdida.
«Eso es todo lo que tenía [de Katrice]. Debería haber estado caminando detrás de mí como dama de honor, pero no estaba. Era un botón en mi vestido de novia», cuenta.
Interviene el Parlamento
Un avance potencial en septiembre de 2019 resultó en nada cuando un exmilitar fue arrestado y liberado sin cargos tras el registro de una casa y un jardín en Swindon, Inglaterra.
La familia sufrió otra decepción en diciembre del año pasado, cuando la Policía anunció que iban a limitar la investigación al no haber podido identificar nuevas líneas.
En un esfuerzo por mantener el caso a la vista del público, la diputada de Hartlepool, Jill Mortimer, planteó el asunto en el Parlamento a principios de este mes y obtuvo un acuerdo del primer ministro Boris Johnson para reunirse con Lee «de padre a padre».
Sin perder la esperanza
En el 40 aniversario de la desaparición de Katrice, el dolor de la familia es tan profundo como siempre.
«Cuarenta años después, todavía estoy tratando de superar lo sucedido», admite Natasha. «No creo que lo logre hasta que sepamos lo que pasó».
Hace 10 días, Richard Lee, que ahora tiene 72 años, regresó a Alemania una vez más, donde «revivió la pesadilla» en un esfuerzo por mantener el tema de actualidad en Reino Unido y en el extranjero.
Aunque el supermercado de la Naafi hace tiempo que desapareció, gran parte del área circundante le sigue resultando inquietantemente familiar.
Frustrado
«Me resulta frustrante que otros casos de alto perfil hayan tenido tanta publicidad y financiación. Ningún niño es más importante que otro».
«No quisiera apartarla de su vida, pero quizás soy abuelo y no lo sé».
«Si no hablo, ¿cómo sabrá la gente que Katrice sigue desaparecida? ¿Cómo encontrará a sus verdaderos padres?», se pregunta Lee.