Por: Phillip Butters
Estamos viviendo momentos de salvajismo jurídico y de absoluta estupidización colectiva, por las avalanchas noticiosas desinformativas y apabullantes.
Resulta que el Tribunal Constitucional (TC), en una medida política, ha convalidado un golpe de Estado, porque ahora resulta que se puede interpretar fácticamente y prácticamente cualquier cosa. Es decir, “lo hiciste o no lo hiciste, según mi conveniencia”.
Fue una farsa lo del debate de los miembros del TC, porque se dedicaron a leer documentos preparados previamente. No hubo debate, porque no hubo oposición, exposición, argumentar en contrario.
Simplemente cumplieron con el rigor de leer presuntos argumentos; votaron cuatro a favor y tres en contra, y la historia dirá que se puede hacer un golpe de Estado cuando al presidente se le dé la gana, porque si pide que cambien una ley, según el ordenamiento jurídico peruano, o se la cambian en el momento y como quieren, o se tomará como que le negaron la confianza.
De acá a los próximos 20 años vamos a ver múltiples cierres del Congreso a la manera de Vizcarra.
Después, tenemos el tema Keiko, que al cierre de esta edición no se sabe si regresará a la cárcel. Y como el 72% de la gente quiere eso, entonces que no le llame la atención que vaya presa.
Y que pongan las “barbas en remojo” los nacionalistas, porque un Juez dictó impedimento de salida del país por 12 meses para Nadine Heredia, por el tema del gasoducto, en donde ella habría tenido injerencia directa en un contrato.
Pero recuerden que una Primera Dama no tiene más que un despacho, que le habían inventado a ella, pero no es funcionaria pública ni ha tenido por qué estar presente en ninguna negociación del gobierno.
En el más alucinante de los casos de Nadine, puede terminar siendo culpable de tráfico de influencias y de usurpación de funciones.
Aunque la están denunciando por colusión, que también la llevaría presa por unos 15 años. De pasadita entraría a la cárcel Humala y los ministros involucrados en ese asunto.
De otro lado, las encuestas siguen yendo y viniendo y nadie entiende cómo la gente pretende votar sin saber las propuestas y teniendo una cantidad de candidatos que repiten cosas sin sentido ni lógica.
En fin, estamos en “Perusalén”. Todo es una absoluta farsa. Después no nos quejemos cuando la cosa va mal por parte de lo jurídico.
Amigo lector de “La Razón”, es mejor que no vaya a votar, por eso creo yo en el voto facultativo y no en el obligatorio. Si va a votar, hágalo bien informado. Después estamos llorando por el “Plancha camisa”, por el “Gasolinero”, por el “Terruco”, etc.
Todo es responsabilidad de un sistema donde se obliga a la gente a votar, aunque sea analfabeta. Pero gente presuntamente leída, como los señores Ramos, Marianella Ledesma, Eloy Espinoza, etc. terminen haciendo legicidios convalidando un golpe de Estado.
Finalmente, vivimos una carrera de caballos y parada de borricos, en donde los ricos son los que gobiernan y la gente los aplaude, hasta que se aburren de un borrico y nos cambian por un caballo que igual terminará convirtiéndose en borrico.
Así son los peruanos, lo votaron al “Chino” Velazco y lo destrozaron. Igual a Belaunde, a Alan, a Fujimori, a Nadine, Ollanta, Villarán, etc. es evidente que así también estará Vizcarra.
Así que hoy que goce de su triunfo fáctico que la historia le puede dar una gran sorpresa real.