¿Cómo cree usted que le fue a la economía peruana en este primer trimestre del año 2024?
Los números han comenzado a ser positivos pero todavía hay mucha heterogeneidad, todavía va a demorar para agarrar más velocidad pero ya ha dejado de ser negativo, es la buena noticia, la mala es que todavía va a ser lenta la salida.
¿Puede explicarnos por qué el saldo es positivo?
Lo que pasa es que el año pasado hubo una recesión después de 25 años por un cúmulo de factores distintos, totalmente exógenos: el fenómeno de El Niño, una crisis política en el verano, una inflación alta durante casi tres años que volvió al consumidor. Pero esos tres factores, por ejemplo, este año ya se han diluido, la inflación ya no es 8%, está en 3%, El Niño también se ha retirado, ya no afecta a la agricultura y a la pesca. Más que bien hay un clima de estabilidad política, entonces eso ayuda para que las inversiones poco a poco puedan reanudarse.
¿Hay algo de mérito en ello que se le pueda reconocer a la presidenta Dina Boluarte o al exministro de Economía Alex Contreras?
Después de todo, en el tema del Ministerio de Economía y Finanzas ha sido pues un año de mala suerte, casi a cualquier ministro les hubiera pasado lo mismo. El fenómeno de El Niño ocurre casi todo el tiempo, la inflación ha sido mundial también, no ha sido peruana, no ha sido planetaria, la sufre también Chile, Colombia, países estables también la han sufrido, y el tema político pues está más allá del MEF, entonces ahí simplemente ha sido un año con mala suerte. Y por el lado de Boluarte, para no entrar en política, simplemente el hecho de tener una estabilidad en el horizonte la hace distinta, por ejemplo, a los gobiernos de PPK, Martín Vizcarra y Pedro Castillo, porque en esos tiempos había más inestabilidad. O sea, el solo hecho de durar tiene efectos colaterales positivos en la inversión. Te pongo un ejemplo, una empresa privada española va hacer una vía expresa en el cono norte de Lima, de 30 kilómetros, eso no hubiera salido sin estabilidad política. Eso está hace 10 años listo, pero nunca salió porque siempre había nuevos presidentes, nuevos ministros. Es un ejemplo de cómo la estabilidad está ayudando.
¿Cuánto de esta mejora económica es de responsabilidad del BCR de Julio Velarde y cuanto se le pueda criticar?
Sí, el mérito ha sido que han logrado que la institución no se expanda más y ya está comenzando a bajar. Pero, por otro lado, lo que pasa es que el mandato del Banco Central es bastante acotado. Su único mandato es la gestión monetaria. No se le puede responsabilizar lo de la pobreza, o qué sé yo, la mala educación o la infraestructura. Su mandato es bien acotado, tiene que ver con inflación baja, el manejo de reservas y el manejo del sistema de pagos, y en esos tres rubros el Banco Central se ha portado muy bien en estos años, pero es injusto solamente hablar del presidente del banco, es todo el staff del BCR que tiene profesionales de primera línea, entonces, es todo en la institución más que una persona.
¿Por qué la inseguridad ciudadana afecta tanto la actividad económica?
Mira, primero a la familia, por supuesto, a nadie le gusta vivir asalto de mata, que te roben el celular, el reloj y el bienestar. Pero a nivel empresarial es un costo para operar y ese costo es más que proporcional en empresas pequeñas, porque una empresa grande tiene más posibilidades de contratar seguridad privada. En cambio, en empresas pequeñas no es muy rentable hacer eso y son las víctimas principales de cupos que en el fondo es como si hubieran aumentado los impuestos para la MYPE. La MYPE es la más golpeada por la inseguridad ciudadana porque los costos de operación se hacen mucho más caros al ser más pequeñitos, me refiero a bodegas o ferreterías. Y ahí sí es un fuerte sobrepeso que termina redundando en menor inversión de las pequeñas y medianas empresas.
¿Cuánto se ha retrocedido en materia de informalidad en el Perú?
Sí, en general, desde prepandemia estábamos en niveles ya elevados (70%). Con la pandemia subió fuertemente (80%), pero se ha venido recuperando, sobre todo el año 2022 que fue un buen año. El 23 no, porque hubo recesión. El 22 ha sido un año interesante donde ya hemos recuperado parte de la informalidad. Vuelta parecida a la que teníamos el 2019, digamos, prepandemia.
El Congreso de la República aprobó un nuevo retiro de los fondos de las AFPs. ¿Qué le suscita al respecto?
Una pena, en verdad, porque los que todavía tienen fondos son segmentos de altos ingresos. O sea, los más ricos de Perú, trabajadores o empleados, son los que todavía tienen fondos, son los que pudieran retirar. No es la gente que necesita ese retiro, que es la gente que ya lo retiró o ni siquiera tenía fondos, como el informal, el independiente, el pobre, el mundo rural, lo cuales no aportan al sistema. El retiro va a servir para que algunos pocos, los más adinerados de los empleados de Perú puedan cambiar de forma de ahorro, en lugar de ahorrar en sus AFPs, ahorren en sus bancos. Entonces es algo que es, en verdad, les está haciendo un daño.
((RECUADRO))
Se destruyen
las pensiones
El economista Elmer Cuba cuestionó la nueva ley aprobada por el Parlamento y consideró que “el Perú está destruyendo sus pensiones”. Asimismo, señaló que en otras partes del mundo se busca “construirlas porque la gente de ahora vive más”
“El Perú está destruyendo sus pensiones. Mientras el mundo avanzado quiere construirlas porque la gente de ahora vive más (…) en Perú estamos yendo en sentido contrario porque estamos retirando las pensiones”, dijo.
APUNTE
Riesgo futuro
Cuba indicó que, como consecuencia de los sucesivos retiros, no habrá pensiones decentes en los próximos 30 o 40 años. “Hemos destruido lo poco bueno que estábamos haciendo”, aseguró.