El Premier ha desmentido la existencia de un centro de entrenamiento para grupos de choque antichavistas en Perú.
El premier Gustavo Adrianzén rechazó ayer las afirmaciones de que en el país se esté entrenando a grupos de choque antichavistas que participan en las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Estas fuerzas, según se dice, fueron «capturadas en los destrozos» durante las manifestaciones. Este pronunciamiento se produjo tras su reelección en la presidencia, en medio de acusaciones de un fraude electoral masivo.
“Por otro lado, nosotros no somos centro de entrenamiento de nada que tenga que ver con la criminalidad, por el contrario, con profunda tristeza y pesar, hemos podido comprobar que muchos crímenes cometidos en los últimos meses tienen su origen en ciudadanos de esa nacionalidad (venezolanos). Eso no debería afectar al buen hacer la comunidad de emigrantes venezolanos en nuestro país”, indicó Adrianzén.
En este contexto, el premier subrayó que no se debe asociar la criminalidad con la comunidad venezolana en Perú, a pesar de que ha habido un aumento en los delitos relacionados con ciudadanos venezolanos en los últimos meses.
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Maduro solo agrava su posición actual
Adrianzén expresó su pesar por tener que escuchar tales declaraciones, que a su juicio sólo agravan la crisis que ha afectado las relaciones entre dos naciones que históricamente han sido hermanas.
Por su parte, Maduro afirmó que los manifestantes detenidos en los disturbios“Todos vienen entrenados de Chile y Perú, centros de entrenamientos en Chile y Perú […] Y regresaron al país desde hace 15 días con planes de que atacar, donde atacar y a quien atacar, y plata”, expresó el mandatario venezolano. Frente a esta situación, el premier peruano añadió que «no corresponde» al gobierno peruano pronunciarse más al respecto considerando «la situación diplomática en el estado en que se encuentra» y menos «responder a improperios».
Además, la Mesa Directiva del Congreso emitió un comunicado poco contundente en el que no condena el claro fraude electoral, a pesar de que el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, lo había denunciado horas antes junto a 40 parlamentarios.