Esto, como represalia avisada por Putin ante la decisión de un organismo regulador en cerrar la cadena rusa Russia Today.
Aunque Vladimir Putin ha ido tomando paulatinamente el control de los medios rusos, hasta el momento ningún medio occidental se ha atrevido a intervenir. Sin embargo, el jueves de esta semana, en represalia por la decisión del regulador alemán de hacerse cargo de la red RT de Rusia, Moscú ordenó el cierre de la sala de redacción local de la cadena de televisión alemana Deutsche Welle, un servicio de televisión que transmite en exteriores en ruso, inglés, chino y español. La Cancillería rusa anunció la decisión de «retirar los certificados de todos sus empleados y dejar de emitir en territorio ruso«, además del procedimiento para reconocer a DW como «agente extranjero», una norma que ya se aplica a muchos otros medios.
Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú también esperaban más sanciones contra «representantes del estado alemán e instituciones públicas involucradas en la restricción de la transmisión de RT». Hace unas horas, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que la prohibición de RT por parte del regulador alemán fue un «ataque deliberado».
El presidente de DW, Peter Limberg, describió la medida como «incomprensible y exagerada». DW dijo que estaba «en contra de esta respuesta absurda» y prometió «aumentar la cobertura de Rusia», mientras que la ministra de Cultura y Comunicaciones de Alemania, Claudia Ross, calificó la decisión de «inaceptable» y dijo que la situación en ambos medios era «incomparable».
Menos de 24 horas antes de la respuesta de Moscú, el regulador de medios alemán, la Comisión de Supervisión de Comunicaciones (UAC) prohibió a TV Russia Today (RT) transmitir en su territorio, alegando que no solicitó las licencias necesarias y aunque RT, que ha estado en el aire desde 2005, debe obtener una licencia según lo exigen las leyes de medios aplicables.
La red rusa respondió que transmite desde Moscú y que tiene una licencia de televisión por cable y satélite en Serbia, que cree que ha permitido la transmisión en Alemania bajo las directivas de la UE. «No podemos entender por qué un llamado regulador informado e independiente debería operar con una versión distorsionada de la realidad, aparentemente totalmente políticamente motivada, sirviendo a los propósitos de la misma», dijo un portavoz de la red, quien, sin embargo, no pudo cuestionar al regulado alemán. Quien además se afirma que es dueño de una sala de redacción en Berlín sin «permiso legal bajo la ley europea».
