Según un informe de la organización ambiental Greenpeace, publicado por IQAir Air Visual, Lima es la séptima ciudad con más polución de aire en Latinoamérica. Las otras nueve ciudades, en los primeros diez puestos, son ciudades chilenas.
Las ciudades crecen y se desarrollan; aumentan los negocios, los vehículos y la población. Esto demanda más energía, recursos y servicios por parte de la población e industrias, generando la liberación de gases y contaminantes que afectan la calidad del aire.
La contaminación en el aire es una mezcla de partículas sólidas y gases. El material particulado que contamina es muy peligroso, son muy pequeños y tienen gran capacidad de penetración en las vías respiratorias.
El material particulado menor a 2,5 micrómetros (PM2,5) son los más peligrosos, pues son muy pequeños y tienen gran capacidad de penetración en las vías respiratorias de la persona. Estas partículas llegan a ser hasta 100 veces más delgadas que un cabello humano.
La Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda que los niveles de contaminación no pasen los 10 microgramos por metro cúbico, sin embargo, Lima tuvo 28 microgramos por metro cúbico el 2018.
En nuestra capital, la principal fuente de este material particulado es el transporte. La ciudad cuenta con un parque automotor obsoleto que afecta de manera exagerada el ambiente y la calidad del aire.
La inhalación de esto puede causar enfermedades al corazón o los pulmones. Los adultos mayores y los niños tienen más riesgo de tener una enfermedad por la contaminación del aire. La OMS estima que siete millones de personas mueren cada año en el mundo por exposición a partículas finas en el aire.