La periodista Lorena Álvarez criticó enérgicamente a las personas que lanzaron botellas contra las delegaciones.
La periodista Lorena Álvarez criticó enérgicamente las protestas registradas durante la Cumbre de APEC, calificándolas como “una vergüenza” debido a las acciones de algunos manifestantes, quienes arrojaron botellas de plástico contra las delegaciones.
Álvarez expresó su indignación, subrayando que estos comportamientos proyectan una imagen negativa del país ante las delegaciones internacionales presentes en el evento.
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“¡No es el santo de Dina Boluarte! ¿Cómo es posible que protesten y lanzen botellas de plástico?”, cuestionó la periodista, visiblemente molesta.
Este evento de la APEC, que reúne a líderes de economías que representan el 54 % del PIB global, constituye una oportunidad clave para consolidar al país como un socio estratégico en el comercio internacional.
Lorena Álvarez insistió en que el evento debe mantenerse al margen de la polarización política y el descontento social que enfrenta el país, subrayando la importancia de que el foro se desarrolle en un ambiente de diálogo y cooperación internacional.
Según la periodista, las delegaciones extranjeras no deberían estar expuestas a incidentes de violencia ni a acciones que empañen la imagen de los anfitriones.
La cumbre, que cada año fomenta acuerdos en áreas como la innovación tecnológica, representa una ventana para fortalecer las relaciones económicas del país. Sin embargo, las protestas desviaron la atención de este objetivo, generando controversia sobre cómo se debe manejar el descontento social en eventos de trascendencia internacional.
Manifestaciones durante APEC
Durante los días previos al inicio oficial de la Cumbre, las protestas se concentraron en diversas zonas del país, con masivas movilizaciones contra las políticas de la presidenta no electa Dina Boluarte, la inseguridad y la corrupción.
Por otro lado, las cifras oficiales arrojan datos preocupantes: un 62 % de incremento en los índices de delincuencia, según estadísticas recientes, y un descontento ciudadano que ha alcanzado su punto más alto, reflejado en un 90 % de desaprobación hacia la gestión de Boluarte.