Por: Pablo Carranza
El excongresista Mauricio Mulder ha anunciado que el histórico partido político “APRA”, fundado en 1924 por Víctor Raúl Haya de la Torre, regresará oficialmente a la política peruana este 2024, ahora que el Tribunal Constitucional les ha dado la razón en la controversia que tuvieron con el cuestionado presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Luis Salas Arenas.
En declaraciones al diario La Razón, volvió a fustigar a los caviares denunciando que ese “grupo de presión” ha dañado la democracia y la institucionalidad de nuestro país, controlando los medios de comunicación y entidades públicas, como la JNJ, Fiscalía y otras. Asimismo, dijo que esa “casta ha destruido el sistema de partidos políticos”.
En base a su experiencia como congresista de la República, ¿cómo ha visto la actuación del Parlamento en este año?
Mira, el tema de fondo aquí, antes de contestar la parte específica que estás preguntándome, es que en el Perú existe una costra política, que es la llamada “caviar”, las circunstancias que han llevado a que se haya constituido un grupo de presión que tenga el control de los medios de comunicación, Poder Judicial, de la Junta Nacional de Justicia y varias otras entidades, distorsionan todos los resultados que puedan tener los poderes del Estado, que quedan en segundo plano porque esta suerte de oligarquía o de mafia, no sé cómo llamarla, es la que controla prácticamente todos los resortes políticos del país. Entonces, el ponerse a analizar lo que sucede con el Congreso, lo que sucede con el Poder Ejecutivo, con los gobiernos regionales, con el tema de la inseguridad ciudadana, etcétera, depende justamente de esa visión, de esa existencia de un grupo que es el que domina todo y los demás simplemente tienen que asumir el peso que tiene esta nomenclatura. No hay fórmulas de llamarla, pero creo que son en el fondo organizaciones antidemocráticas que se alimentan de los problemas internos que tienen la mayoría de los gremios en nuestro país. Ahora, respecto al Congreso de la República es el resultado de justamente lo mismo que vengo diciendo, de cómo esta casta ha destruido el sistema de partidos políticos, ha entronizado a personas que tienen una visión completamente contraria a los partidos políticos y los ha puesto a esas personas en el Jurado Nacional de Elecciones, que tienen una visión enemiga de los partidos políticos y los tiene permanentemente arrinconados y fiscalizados. Y eso obviamente es consecuencia también de una decisión política que se toma para debilitar el sistema de partidos políticos y que ellos sean los que reinen como es lo que está ocurriendo en la actualidad. De manera que ese es el panorama y yo no veo que haya para los próximos meses y quizás años un cambio sustantivo en ese tema.
Un sector señala que este es el peor Congreso de la Historia ¿qué diría al respecto?
Bueno, en todos los congresos se dice exactamente lo mismo, pero una cosa es decir si es el peor o es el mejor y otra cosa es ponerse a analizar, por qué es el peor o por qué es tan malo.
En anteriores Congresos que supuestamente en la comparación fueron menos malos que el actual, fueron atacados permanentemente también por la prensa. Quienes vivían además todos ellos del dinero que les daba el Estado. Eso se comprobó clarísimamente y era obvio que en ese momento todos los medios levantaban la figura del señor Vizcarra y después la del señor Sagasti porque recibían dinero directamente de parte del tesoro público. Y entonces, claro, es muy fácil decir ahora este “es el peor de todos”. Bueno, seguramente sí, pero es consecuencia justamente de ese tipo de política que ellos hicieron.
¿Alcanzará este piloto automático para quedarse hasta el 2026, tanto el Congreso como el gobierno de Dina Boluarte?
Sí, yo creo que eso les va alcanzar, porque no veo que haya ninguna fuerza que los vaya a sacar. O sea, en la política nadie se va solo, tiene que haber una fuerza que empuje y esa fuerza se diluyó como consecuencia de sus propios problemas internos, que era justamente la ultraizquierda, que cuando se dio el golpe de estado del señor Castillo, pretendieron tomar Lima, tomar el Perú y todo lo que decían. Y fue un fracaso total y además con gran dosis de corrupción entre ellos y, entonces, la desmovilización en la que están en este momento ya no la van a recuperar. Entonces, no hay una fuerza que logre imponer sus puntos de vista y creo que eso le favorece al Gobierno, que están simplemente gozando del viento. Ellos están en una barca que tiene buen viento y sin que tengan que remar ni hacer nada siguen avanzando por pura inercia.
¿Cree que algunas reformas políticas o electorales, como la bicameralidad o la eliminación del voto preferencial, puedan generar una mejora en el próximo Parlamento?
Bueno, yo estoy totalmente de acuerdo con eso, pero mientras no haya una derogatoria de todos los decretos que se dieron alrededor de los partidos políticos, va a ser muy difícil. Lo que se tiene que hacer es que se recupere por parte de los partidos políticos el derecho que está plasmado en el artículo segundo de la Constitución, que establece que los partidos políticos son entidades de ciudadanos ejerciendo el derecho de reunión. Eso es un derecho constitucional y eso lo han distorsionado todos los ultra izquierdistas y los caviares para convertir a los partidos políticos en entes paraestatales. Todo lo que ahora hacen los partidos políticos tiene que pedirle permiso al Estado peruano a través del Jurado Nacional de Elecciones. Usted quiere cambiar a un dirigente, tiene que pedirle permiso al Jurado Nacional de Elecciones, en este caso al señor Salas Arenas, y es evidente que así no se puede manejar las cosas en ninguna parte del mundo. Los partidos tienen un proceso en el que tienen que pedirle permiso al Estado peruano de todo. Eso no, no sucede en ninguna democracia.
¿En el 2024, el Apra regresará oficialmente a las arenas de la actividad política?
Por supuesto que sí. Nosotros nunca hemos dejado de existir. El hecho de que ahora se haya establecido que para que los partidos políticos puedan decir algo necesitan un brevete que les dé el Estado peruano, que es inconstitucional, no significa que el partido haya dejado de existir. Al partido no le permitieron ser candidato en las últimas elecciones por una triquiñuela justamente del señor Salas Arenas, que determinó que se cerraba la ventanilla cuando a él le diera la gana. Y el Tribunal Constitucional nos ha dado la razón, a dicho que se violaron los derechos del Apra. Cuando el señor Salas Arenas dijo no, se cierra la ventanilla a las 08:00 de la noche porque me da la gana y eso nos perjudicó.
