Al incinerar basura se liberan tóxicos y sustancias como: plomo, cadmio, mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y tóxicos, que pueden ser de efectos letales para la población
Piense en la palabra contaminación. Seguro que le evoca emisiones de los carros, grandes fumarolas de humo de las fábricas, basura tirada en las calles o ríos de su ciudad, y muchos otros actos deliberados que afectan nuestro medio ambiente. Pero hay una contaminación que es aún más nociva, y casi invisible: se trata de la acción de los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), que afectan de manera sostenida y subrepticia al medio ambiente y la salud humana.
A los más peligrosos se les cataloga como la “docena sucia”, entre ellos el insecticida DDT y otros herbicidas utilizados para controlar a portadores de enfermedades, como los mosquitos. Clasificados así en 2004, estos 12 químicos fueron los primeros compuestos tóxicos persistentes en ser controlados por el Convenio de Estocolmo.
Desde entonces, otras 11 sustancias han sido añadidas a la lista con lo que el total suma 23. Aunque por falta de monitoreo es difícil precisar el volumen de estos contaminantes en el medio ambiente, ciertos datos comprobados dan una idea del fenómeno. De acuerdo a la UNEP, más de 90% de las muestras de agua y peces tomadas de entornos acuáticos, están contaminadas por pesticidas. Mientras tanto, en el campo, un 3% de los trabajadores agrícolas del mundo sufren cada año algún episodio de envenenamiento agudo a causa de herbicidas.
En América Latina estas sustancias tóxicas son bien conocidas. En España, toda la región, menos Granada, ya ha firmado el Convenio, pero incluso hasta la década de los 90, se seguía usando DDT para combatir plagas en Centroamérica y México.
¿Cuáles son los efectos de largo plazo en la salud?
Los COP se disuelven fácilmente en las grasas, pero no en el agua. Por lo tanto, una vez que son ingeridos, son difíciles de excretar. También, los COP no son biodegradables, lo cual significa que se acumulan biológicamente en un organismo, especialmente en sus tejidos grasos, y se incrementan a medida que avanzan en la cadena alimentaria. Los seres humanos, por ende, pueden acumular una alta carga de COP en sus cuerpos al comer pescado, carne y productos lácteos contaminados.
Las dioxinas y los furanos se encuentran entre las sustancias más tóxicas conocidas por la ciencia y han sido clasificadas como cancerígenas para las personas por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud. La exposición a estos productos químicos se asocia al déficit en la capacidad intelectual, el aumento de la prevalencia de la depresión y la introversión, los efectosadversos en la habilidad de los niños de prestar atención y el incremento en la hiperactividad.
Las dioxinas y los furanos no son producidos de manera intencional sino que son subproductos de procesos de combustión y reacciones químicas cuando hay presencia simultánea de materia orgánica y cloro.
La quema de basura
En muchos lugares de nuestro país, aún existe la mala costumbre de quemar basura en casa o basureros clandestinos. Muchos vecinos continúan llevando adelante esta práctica, sin saber que esto deja efectos negativos al medio ambiente, en nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Al quemar basura, se liberan tóxicos y sustancias como: plomo, cadmio, mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas finas, que pueden resultar altamente cancerígenas.
Además de las causas nocivas para la salud, la quema de basura, puede exacerbar el fuego y provocar incendios de pastizales o hierba, que se pueden extender a zonas habitadas. En la capital entrerriana, este escenario se ve habitualmente, sobre todo en esta época donde las hojas secas empiezan a multiplicarse y el viento suele soplar con más frecuencia. Las llamas pueden propagarse de manera más rápida que lo normal, por lo que es importante actuar con responsabilidad, y realizar una correcta eliminación de nuestros residuos.
La quema de basura se ha convertido en una alteración negativa al estado natural del medio y, por lo general, se genera como consecuencia del desinterés por el cuidado hacia el medio ambiente. Por tal motivo, en diferentes estados del país, existen multas para las personas que sean sorprendidas quemando basura al aire libre, esas medidas pretenden mitigar el esparcimiento de sustancias nocivas para la salud.
Evitar la quema de basura, y participar en la reforestación en nuestra comunidad, puede sumar a la disminución de emisiones de sustancias negativas para la salud y el medio ambiente. Recuerda que debes ser responsable cuando deseches tus residuos, pero ten en cuenta, que también podemos reutilizar el papel, el cartón, los recipientes de plástico, de vidrio y colocar la basura en botes o recipientes con tapa, entre otras acciones, y claro, compartir esta información con nuestros familiares y amigos para que todos protejamos el medio en el que vivimos.
10 razones para no quemar basura
Si te interesa seguir aprendiendo más del tema y conocer algunas razones para no seguir con esta actividad que contamina y enferma, te invitamos a leer y a tener presente este listado.
- Daña la capa de ozono
- Afecta los pulmones
- Produce malos olores
- Genera problemas económicos
- Contamina el agua y el suelo
- Deteriora el paisaje
- Aumenta la emisión de dióxido y monóxido de carbono
- Arroja muchas partículas contaminantes al aire
- Aumenta el riesgo de sufrir enfermedades gastrointestinales
- Es causal de multas o judicialización dependiendo el daño causado