La figura de la selección francesa, Kylian Mbappé, sigue descartado con el primer equipo y no fue tomado en cuenta para la primera fecha de la Ligue 1
En medio de la alta confusión que encierra la tensión entre el París Saint-Germain y Kylian Mbappé, el entrenador del equipo, Luis Enrique dejó claro su deseo que se llegue a un acuerdo. Sería lo más conveniente en beneficio del club.
«Es un tema que ya sucedió en el pasado, que se resolvió de manera positiva entre el club y el jugador, antes de que yo estuviera. Espero y deseo que club y jugador lleguen a un acuerdo», indicó el entrenador durante una conferencia luego de su presentación en julio.
Mientras que el equipo y el jugador mantiene sus posiciones, puesto que el PSG lo aparta de la primera plantilla y el futbolista insiste en no extender su contrato más allá del 2024, el técnico trata de sobrellevar el difícil equilibrio en el conjunto parisino.
Dejó en evidencia que optaría repetir el escenario del 2022, cuando Mbappé prolongó su contrato al haber muchas dudas de su continuidad. Sería lo ideal para el entrenador, por eso solicitó que la situación se resuelva lo más pronto posible.
El PSG no es el mismo con o sin el delantero de 24 años. Que permanezca en la “nevera” es un severo problema para el técnico español. Sin embargo, considera que no todo puede aferrarse a ese escollo. Por ello, repitió la frase del presidente del club, Nasser Al-Khelaifi: “Nadie está por encima del club”.
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Posiciones encontradas
Las posturas continúan enconadas. De acuerdo a los medios franceses, el martes el jugador insistió al presidente su pedido, no desea ser traspasado ni ampliar el contrato.
Cuatro días antes, recibió un correo corroborado con la dirección parisiense donde le recordaban las “condiciones extraordinarias de su contrato”. Nadie antes había tenido este tipo de consideraciones, por encima de los 200 millones de euros.
Si el futbolista deja al club en junio del próximo año, entonces no habría ganancias significativas. Por ello, el PSG estaría obligado a vender jugadores, cuestionar su política de formación y realizar una ola de despido. En conclusión, finalizar con todo aquello que fue construido a partir de que los cataríes llegaron al Parque de los Príncipes.
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