Luisa Cuculiza: No es cierto que seamos un país de violadores

Exlegisladora considera que se debería aplicar la pena de muerte como medida disuasiva ante feminicidios 

por | Ene 10, 2020 | Política

Exlegisladora considera que se debería aplicar la pena de muerte como medida disuasiva ante feminicidios 

Por: Roberto Sánchez R. / La exministra de la Mujer, Luisa María Cuculiza, señaló a LA RAZÓN que las declaraciones de la actual titular del sector, Gloria Montenegro, respecto a que el Perú es un país de violadores, fueron dichas fuera de contexto, porque no se puede generalizar cuando existen peruanos honestos que saben respetar a la mujer. Sin embargo, consideró que el Estado debería aplicar la pena de muerte como una sanción disuasiva para detener la ola de feminicidios que hasta diciembre último registró 168 muertes.

 

¿Qué opina de las declaraciones de la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, quien ha señalado que el Perú es un país de violadores?

Óigame usted, eso no es cierto. No es para tanto. Seguro que con las barbaridades que ella ha visto, con tres feminicidios en apenas una semana, es posible que haya tenido esa reacción. Yo la comprendo porque fui ministra del sector y, a veces, en los cargos públicos se nos escapan cosas así. Quizá no quiso ofender a hombres honestos que saben respetar a la mujer, pero la situación de la mujer es una cosa espantosa.

¿Cómo toma que en lo que va del año ya se hayan producido tres feminicidios?

Me da la impresión que vivimos en un antro de perdición para que se maltrate tanto a mujeres y niñas. Hay que ponerle coto a esta situación. Es hora de aplicar la pena de muerte, porque estamos cada día peor. Nadie respeta a la mujer que se ha vuelto objeto de burla en una sociedad que afronta una violencia enfermiza.

APOYO A LOS DEUDOS  

¿Qué le parece que se brinde ayuda económica a los niños deudos de las víctimas de feminicidio?

Está bien, no solo el soporte económico sino el apoyo psicológico para los menores que se quedan sin madre, por culpa de un asesino. Porque esos niños quedan en un desamparo total. Me parece una buena medida, porque un niño que ha sufrido violencia tiende a ser más violento y necesita ayuda psiquiátrica posteriormente.

¿Usted estuvo a punto de lograr la Ley para sancionar con la pena de muerte en el Congreso para violadores?

Vengo pidiendo la muerte para quienes violan a niños menores de 8 años. Esta gente vale más bajo tierra, pero mi proyecto está encarpetado por los derechos humanos del violador. ¿Qué hacemos? La última ley que trabajé sobre los hombres que cometían feminicidios sancionaba con 35 años de cárcel efectiva. Es importante dar escarmiento a estos miserables, porque no hay sanción, solo hay impunidad para estos monstruos. Yo pedí la pena de muerte  durante los diez años que trabajé en el Congreso, pero me boicotearon. Si se aprobaba la ley; estos desgraciados tendrían la pena que se merecen.

SALIRNOS DE LA CIDH

¿Considera necesario que Perú se retire de la CIDH para debatir la pena de muerte para los violadores?

Estar en la CIDH no nos favorece y lo único que hace es indemnizar a terroristas asesinos. De qué nos sirve seguir pegados a una entidad internacional que en vez de beneficiarnos nos perjudica. No es posible que el Estado tenga que mantener en la cárcel a alguien que viola a una niña. Estoy segura que si se aprueba la pena capital acabaríamos con estos violadores. Sería un efecto realmente disuasivo, pues detendría eficazmente las violaciones y feminicidios en el Perú.

¿Deberíamos trabajar en la prevención a través de la educación antes que en la sanción?

La educación en los colegios tiene que cambiar porque existe mucha indisciplina. Ya no hay ese respeto a los profesores que había antes. Ahora sancionan a un profesor cuando quieren imponer disciplina en los colegios del Estado. Se oprime a los niños que tienen carácter débil. Nos falta crear campañas más sólidas para que los hogares dejen de ser violentos. Que los padres críen y eduquen a sus hijos en un ambiente de paz y de amor.  Hay que reforzar los valores formativos de un futuro individuo, para que no caigan en la desviación psicológica o  la depravación. La educación empieza en casa primero y después en los colegios públicos o privados.


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