Hoy es la Marcha del Orgullo; sin embargo, aún queda un gran camino por recorrer debido a la falta de protección y estigmatización que acarrea hacia el colectivo en nuestro país
Por: Andrea Benavente M.
Cada año, cada 28 de junio, la comunidad LGTBIQ+ y aliados se unen en el Perú y en diferentes países del mundo, a través de una colorida y multitudinaria marcha, para celebrar la libertad de ser ellos mismos en medio de una lucha por sus derechos y una lamentable discriminación existente que golpea su realidad.
Ante discursos de odio y estigmatizaciones superfluas, activistas, miembros y aliados de la comunidad LGTBIQ+ se unen en pie de lucha con una clara convicción de exigir respeto y visibilidad hacia las diversidades que conforman el colectivo, todo esto bajo una mirada de inclusión, libre de prejuicios y diferencias.
Diario La Razón conversó con Jorge Apolaya, vocero del Colectivo Marcha del Orgullo LGBTI de Lima – Perú, quien nos habló acerca de la ardua lucha por la reivindicación de sus derechos y el escenario de vulnerabilidad en el que están insertos.
– Como colectivo, ¿cuáles son sus principales demandas?
El colectivo LGTBI en el Perú tiene diversas demandas, uno puede mirar la región por ejemplo y somos el último país en aprobar siquiera alguna ley que represente en algo la ampliación de la igualdad para las personas LGTBI del país. Primero, no tenemos matrimonio igualitario, no tenemos ley de identidad de género que son digamos como los principales derechos por decirlo de alguna manera que garantizarían… ampliarían en algo la igualdad para las personas LGTBI. No hay que olvidar que en la región somos el último país o de los pocos países que no ha reconocido, no ha aprobado ninguna de las leyes. Argentina, Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay, por ejemplo, tienen alguna de las normas aprobadas que acabo de señalar; sin embargo, en el Perú no se han aprobado ninguna de las dos. La del matrimonio igualitario está en carpeta en la Comisión de Justicia y la Ley de Identidad de género está en carpeta de la Comisión de Constitución que hasta el día de hoy no pasan a Pleno para discutirse y debatirse a la luz de los derechos humanos. Entonces, eso es por un lado del Congreso, ahora por el lado de los gobiernos locales y regionales, tenemos una serie de ordenanzas de no discriminación que no se ponen en ejecución y que más bien están dormidas, pendientes de que se operativicen. Han sido ordenanzas firmadas, pero que no tienen todavía ningún contenido, algunas de ellas se han avanzado, otras están encarpetadas, simplemente se firmaron y no se han dado operatividad.
Por otro lado, en términos de salud, justicia y educación, todavía tenemos un pendiente en el país, en términos de justicia, si bien ha habido algunos avances, en “El caso Azul” se le demanda al Perú que cumpla con una serie de protocolos para poder garantizar el acceso a la justicia para las personas LGTBI. Además de la reparación que le corresponde a Azul por haber sido una víctima de tortura en el país. En cuanto a salud, seguimos teniendo pendientes, el tema de la aplicación de la norma técnica para acceso a la salud de las mujeres trans, en el caso de la hormonización se acaba de aprobar una norma técnica también que coloca como asunto prioritario el hecho de la entrega del PrEP, que son una nueva forma de prevenir el VIH y además, en términos de atención, todavía el país no cuenta con protocolos de salud diferenciados para personas gays, lesbianas, trans. Entonces, creo que en ese sentido hace falta todavía mucho camino por recorrer.
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Asimismo, hace falta en el país tener una ley que prevenga los crímenes de odio, hace falta que la justicia se imparta no solamente en términos del Poder Judicial, sino también en términos locales. Aún, hasta hoy, se siguen discriminando a personas por mostrar su afecto en público. Hasta hoy se siguen matando a nuestras compañeras trans, sólo en el último año 7 mujeres trans han dejado de existir por bandas extorsionadoras, no solamente por ellos, sino también parte de la responsabilidad la tiene el Estado porque el trabajo sexual es el único camino que tienen muchas veces las mujeres trans porque los gobiernos locales se han enfrascado más bien en un asunto de persecución del trabajo sexual y ni siquiera, del trabajo sexual, sino de las trabajadoras sexuales trans principalmente, en lugar de promover políticas públicas locales que ayuden a salir de la pobreza, que ayuden a que las personas trans puedan acceder a la educación y en lugar de eso, lo que se hace es reprimir… dando el mensaje de violencia estructurada a nivel local.
– Más allá de ser una fecha que busque promover la igualdad y respeto hacia la comunidad LGTBIQ+, ¿qué es lo que ustedes exigen a las autoridades peruanas ante los crímenes de odio hacia la población LGTBIQ+ ocurridos en los últimos años y que aún buscan justicia?
Bueno, lo que el Perú necesita es una ley contra los crímenes del odio, una ley que reconozca y tipifique los crímenes de odio para que puedan ser sancionados con la celeridad del caso. Un crimen de odio no es un homicidio cualquiera, un crimen de odio es un ensanchamiento en contra de una víctima, en contra de una persona LGBTI, contra una persona que sale de los cánones de quien ejerce el delito, de quien ejerce el asesinato. Entonces, el Perú necesita una ley contra los crímenes del odio, no solamente para sancionar, sino también para prevenir. Una ley que contemple la posibilidad de hablar acerca de los crímenes de odio en la opinión pública, entonces hace falta todavía que nuestro Estado, nuestro gobierno, el país, la justicia, sea más cercana a la población LGBTI.
Hay una opinión consultiva, la 2417, que hasta el día de hoy, el Perú se niega a adoptar, que habla además del reconocimiento de la identidad de género, de las parejas del mismo sexo, pero más allá de eso… en el Perú todavía hace falta tener la posibilidad de acceder a justicia. Sabemos que la policía debería de tomar las denuncias de toda persona que se acerca a una comisaría para denunciar un atropello contra su vida, pero no se hace hasta el día de hoy, entonces aún cuando la policía en su sistema tiene la opción para poder calificar esa vulneración contra personas LGBTI (…) hace falta que en el país a nivel de justicia seamos reconocidos como una población vulnerable, pero no solamente vulnerable, sino vulneralizada por un sistema social que nos sigue mirando con sospecha y nos sigue violentando cotidianamente.
– Finalmente, ¿cuál ha sido su postura como organización ante la prohibición del actual alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, tras evitar que la Marcha del Orgullo finalice este año en la plaza San Martín?
Pues a nosotros no nos hace felices irnos a la Alameda 28 de Julio, nosotros hemos establecido un diálogo con la Municipalidad de Lima, luego del envío de 3 cartas para solicitar la plaza San Martín. Lo que ellos han expresado es que hay una ordenanza de intangibilidad que prohíbe el uso del Cercado de Lima, de esta plaza en concreto, y nos han presentado 3 rutas, de las cuales hemos elegido una. Entonces, a nosotros definitivamente no nos hace felices y movernos es un mensaje lamentable que da la municipalidad, negándonos la plaza; sin embargo, no vamos a dejar de expresar nuestro orgullo en las calles y creemos que más allá del lugar donde nos encontremos, vamos a hacer valer nuestro derecho a la expresión pública (…) que nuestras calles sean tomadas por el color, por la demanda, por la crítica y por las energías de las personas LGBTI que salen a exigir no derechos especiales ni privilegios, sino la misma igualdad que cualquier persona de este país tiene.
TESTIMONIO
Para Pierina Sanchez (22), estudiante universitaria, el ser mujer fue algo que sintió desde siempre, hasta que decidió durante la pandemia, iniciar con su proceso de transición, tras conocer cómo se identifica y se expresa una mujer trans.
Además, nos cuenta que producto de la desinformación y algunos temores, hizo que ella no se atreviera a dar ese paso importante, el cual considera que cambió positivamente diversos aspectos de su vida, tanto física como mentalmente.
“Al inicio tuve mucho temor por cómo voy a ser, cómo va a ser mi vida laboral o mi vida académica (…) yo estaba a mitad de la carrera cuando inicié mi cambio, cómo esto iba a afectar mi relación con mis amigos, conocidos, etc”, agrega.
Sin embargo, ella reconoce que, dentro de la población de mujeres trans, se sitúa dentro de un espacio privilegiado, ya que, pudo acabar el colegio y cursar actualmente una carrera. Por lo que lamenta la dura discriminación laboral que existe hacia este sector y resalta que algunas empresas desarrollen políticas inclusivas, aunque todavía hay mucho por hacer frente a esta problemática.
Es así como ella de manera muy empática se dirige a las chicas trans que están comenzando por este proceso de transición, comentando que a veces es difícil poder expresarnos como realmente queremos ser debido a las diferentes realidades y factores a las que nos enfrentamos diariamente como el miedo, la duda, falta de apoyo familiar, etc.
Por lo que aconseja construir vínculos y relacionarte con personas cercanas que apoyen tu proceso en el contexto en el que estés, que puedan apoyarse en los momentos buenos y malos, ya que, considera que de esa forma puedes sentirte más libre.
Finalmente, agrega que, aunque no ha recibido apoyo por parte de la universidad como quisiese, ha podido tener conversaciones con sus profesores sobre cómo le gustaría que se refieran al dirigirse hacia ella, lo cual ha sido aceptado y respetado por los docentes.
MARCHA 1 DE JULIO:
La Marcha del Orgullo – Lima 2023 se realizará el día de hoy sábado 1 de julio, a las 3:00 pm, y el punto de concentración será en Campo de Marte (Jesús María). Asimismo, el fin de fiesta y la lectura del pronunciamiento se realizarán en la Alameda 28 de Julio.