Se dejó robar pero a pesar de eso lo asesinaron
En la madrugada de ayer, un pastor evangélico fue asesinado de un disparo en la cabeza, en San Juan de Lurigancho. Al momento que perdió la vida, el evangélico se encontraba acompañado de dos mujeres de su grupo religioso.
El crimen se dio en un local donde se vende caldo de gallina.
De acuerdo a información vertida, el devoto de 50 años pertenecía a la Iglesia Evangélica Nuevo Jerusalén, ubicada en el paradero 7 de la avenida Huáscar, en San Juan de Lurigancho.
Lo testigos del caso aseguran que Cayetano Pariona Vargas tenía poco tiempo de haber llegado a Lima luego de un periplo en Huaraz con la congregación.
Fue en un local donde venden caldo de gallina, que llegaron tras de él dos individuos, quienes le quitaron sus pertenencias hasta que uno de ellos le atestó un tiro en la cabeza. “Se llevaron el celular y la billetera”, narra una de las féminas que estaban con la víctima en el momento del crimen.
El religioso fue llevado al hospital de Canto Grande, en el mismo distrito, pero allí se confirmó su deceso. Quienes eran cercanos al asesinado dudan de que la razón del crimen haya sido el robo, pues a pesar de ya tener sus pertenencias le dispararon.
Amenazas
El hombre asesinado tenía más de 25 años como pastor de la Iglesia Evangélica Nuevo Jerusalén y poseía un colegio cristiano en la zona del Pedregal. Según los miembros de la congregación, esas fueron motivos suficientes para que Cayetano Pariona Vargas haya recibido bravatas y extorsiones.
Y una integrante del grupo afirma que el pastor le dijo alguna vez: “he subido a un mototaxi y uno de ellos me ha amenazado diciéndome que un cuchillo me va a meter”.
“El pastor era un dirigente de la zona del Pedregal donde iba a construir una pista y tenía un colegio cristiano. Aquí lo han querido matar”, sentencia la testigo.