Xinhua /Cui Yuanlei, Shooka Shemirani, Yang Chunxue
Cinco años después de la histórica visita del presidente chino, Xi Jinping, a Latinoamérica en julio de 2014, la cooperación entre ambas partes los ha acercado a la construcción de una comunidad chino-latinoamericana con un futuro compartido.
A lo largo de los años los proyectos bilaterales de desarrollo han contribuido a hacer realidad la buena voluntad de lograr el progreso compartido para la prosperidad mutua a través de avances concretos en una amplia gama de áreas estratégicas que van desde la creación de fuentes de energía renovable hasta el desarrollo sostenible para mejorar y ampliar el transporte, redes para movilizar bienes y personas y promover el uso de nuevas tecnologías para estimular el comercio y la creación de empleo.
EMPODERANDO EL DESARROLLO
Una serie de parques eólicos en la región costera de la Patagonia está destinada a proporcionar a Argentina una fuente de energía alternativa.
El proyecto está ubicado en la provincia de Chubut y se le conoce como Loma Blanca. Está programado para completarse en diciembre después de un año y medio de trabajo ininterrumpido por parte de Power Construction Corporation de China (Power China).
Se espera que suministre alrededor de 256 megavatios de energía limpia a la red argentina. El gerente de campo del proyecto, Gabriel Hernández, dijo que Argentina se está acercando a sus metas energéticas gracias a Loma Blanca y otros proyectos apoyados por China.
«Parece que ahora es viable que Argentina cumpla con sus objetivos de energía renovable porque hoy en día hay una gran cantidad de parques eólicos en funcionamiento y muchos parques solares en construcción», dijo el ingeniero argentino para añadir que «China está contribuyendo en gran medida a la energía renovable».
Más al norte, en la meseta central de Argentina, los ingenieros chinos han compartido conocimientos técnicos con los locales en la construcción de los parques solares de Cauchari, que fueron fundados y cuentan con el respaldo tecnológico de Shanghai Electric Power Construction Co. Ltd (SEPC, siglas en inglés).
Se espera que el proyecto Cauchari, ubicado en la provincia de Jujuy, ayude a Argentina a reducir las emisiones de dióxido de carbono en al menos 325,000 toneladas, además de crear más de 1.500 puestos de trabajo.
En el vecino Brasil, trabajadores chinos están construyendo torres de transmisión de energía para llevar electricidad a través de una línea eléctrica de ultra alta tensión (UHV) de más de 2.500 km, desde la central hidroeléctrica de Belo Monte en el norte del estado de Para a Río de Janeiro, en la costa sureste.
Un proyecto de esta magnitud no es una tarea fácil. Sin embargo, China State Grid, junto con su filial Xingu Rio Transmissora de Energía, S.A. (XRTE, siglas en portugués), está haciendo el trabajo previsto para diciembre, según lo programado, y teniendo la preservación del medio ambiente siempre en la mira.
«Es algo inédito en Brasil para un proyecto de infraestructura tan grande como este», dijo el gerente del proyecto, Francisco Ruiz Neto.
El proyecto cuesta 2.550 millones de dólares estadounidenses. Las torres de transmisión eléctrica especialmente diseñadas afectarán lo menos posible a los bosques amazónicos locales.
«Este esfuerzo aumenta significativamente el coste del proyecto, pero vale la pena proteger el pulmón verde de la Tierra, la jungla del Amazonas», dijo Yang Guangliang, gerente asistente de XRTE.
El proyecto de línea eléctrica suministrará energía limpia a hogares y empresas en las principales ciudades de Brasil y está estimulando la economía regional al generar cerca de 16.000 empleos.
COOPERACIÓN INTEGRAL
Más allá de los proyectos de infraestructura a gran escala, la cooperación entre América Latina y China también ha brindado beneficios tangibles a productores y consumidores regionales por igual.
ProMéxico, la agencia de promoción comercial de México, llegó a un acuerdo con el gigante chino de comercio electrónico Alibaba para ayudar a las pequeñas y medianas empresas mexicanas a acceder al mercado asiático a través de la plataforma de ventas en línea.
«Somos muy optimistas sobre lo que puede pasar con China», dijo Paulo Carreno, director general de ProMexico, y agregó que China «es y seguirá siendo un mercado estratégico de gran importancia», afirmando que «el comercio electrónico será sin duda una herramienta eficaz» para hacer negocios en el país asiático.
Las ventas en línea, la logística mejorada y el aumento de vuelos de carga y comerciales han ayudado a impulsar las exportaciones de México a China, que van desde aguacates, marisco y carne de res hasta productos lácteos y tequila.
En varias de las grandes ciudades de América Latina la empresa china Didi se ha convertido en una conocida aplicación de transporte tras el lanzamiento de su servicio en la ciudad balneario de Viña del Mar, en Chile, el pasado mes de junio y desde entonces ha registrado 60.000 pasajeros y 16.000 conductores.
Lucrecia Márquez, una conductora registrada de Didi, califica su experiencia laboral con la compañía china como «excelente», ya que «no hay período de espera … y la gente (pasajeros) lo ha apreciado».
«Manejan una economía ideal, una en la que si trabajas, puedes mejorar tus finanzas», agregó.
HACIA UN OBJETIVO COMÚN
Construir una comunidad entre China y América Latina con un futuro compartido impulsa el desarrollo de los lazos bilaterales, opinaron los expertos regionales.
Durante los últimos cinco años, frecuentes visitas de alto nivel entre China y los países de América Latina han ayudado a fortalecer la confianza mutua y la cooperación. Asimismo, los proyectos de cooperación han producido más intercambios entre los pueblos a nivel comunitario.
«Es relativamente fácil obtener los datos sobre el crecimiento en el comercio entre los dos países, la inversión en infraestructura, las visitas políticas o los acuerdos firmados, que muestran el fortalecimiento de los lazos», apuntó Gonzalo Tordini, jefe de Asuntos de Educación del Centro de América Latina sobre Estudios Políticos y Económicos Chinos.
«Sin embargo, el mayor éxito de las relaciones entre China y América Latina y lo más difícil de medir son las asociaciones personales creadas, que garantizan que los lazos siguen siendo sostenibles y son de beneficio mutuo», indicó Tordini.
«Cabe destacar que la asociación se ha desarrollado de manera amplia. Diferentes aspectos, de la economía al comercio, la cultura, la educación, la tecnología, las finanzas, las políticas y muchos otros, han trabajado de manera conjunta», agregó.
Tordini también elogió la iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, diciendo que «el desarrollo conjunto propuesto por la iniciativa es clave para construir un mundo más justo y más equilibrado».
Elias Jabbour, un profesor del Colegio de Ciencias Económicas de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, señaló que «el desarrollo general (de los lazos) entre América Latina y China ha sido muy positivo e impresionante».
A través del «concepto estratégico de una comunidad con un futuro compartido», y las iniciativas innovadoras tales como la Franja y la Ruta y su propio sistema evolutivo, China ha «mostrado a América Latina que no hay solo un modelo de desarrollo», apuntó Jabbour.
«China continúa mostrando su deseo de construir una cooperación multidireccional con América Latina y otras regiones, que de alguna manera conducirá a la construcción de un nuevo orden mundial, un nuevo tipo de orden mundial basado en la cooperación y el beneficio mutuo», indicó el observador político ecuatoriano, Milton Reyes.
