La selección argentina logró una gran victoria frente a Ecuador, con un golazo de tiro libre de Lionel Messi
El Estadio Monumental estaba completamente lleno, con casi 85 mil personas ansiosas por presenciar al campeón del mundo y su genio Lionel Messi. Sin embargo, la multitud estaba sorprendentemente en silencio. A pesar de los intentos de Argentina, no lograba encontrar espacios en la defensa bien organizada de Ecuador. Faltaban tan solo 12 minutos para el final del partido y el marcador seguía 0-0. El silencio en el estadio era palpable.
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Entonces, ocurrió una falta cerca del área en contra de Lautaro Martínez. En ese momento, todos presentían que algo especial estaba por suceder, y Lionel Messi se preparó para cobrarla. A pesar de la barrera conformada por varios jugadores ecuatorianos, con uno de ellos tratando de bloquear un posible disparo rasante, Messi tomó el tiro con una precisión asombrosa, elevándolo por encima de la muralla amarilla. Hernán Galíndez, el arquero argentino nacionalizado ecuatoriano, pensó en lanzarse para intentar detener el balón, pero se detuvo cuando se dio cuenta de que el disparo tenía una trayectoria imposible de alcanzar. Apenas observó cómo la pelota se alojaba en la red a media altura, junto al poste derecho. Fue un momento sublime.
Una vez más, Messi marcó la diferencia. A pesar de que su actuación no fue deslumbrante, en un partido con pocas oportunidades de gol y donde Argentina mostró falta de creatividad, Messi fue el jugador que más preocupó a la defensa ecuatoriana.
En el primer tiempo, Messi intentó un potente disparo con la zurda que pasó cerca del arco rival. En el segundo tiempo, probó con un tiro rasante que fue bloqueado por Galíndez.
Aparte de las acciones de Messi, Argentina solo logró acercarse al gol en algunas ocasiones. Lautaro Martínez estrelló un disparo en el poste, Nicolás Tagliafico rozó el travesaño con un latigazo y, en los últimos minutos, Rodrigo De Paul vio cómo su derechazo era detenido por Galíndez.
Argentina, con Lautaro Martínez como titular y Nicolás González en lugar de Ángel Di María, jugó con determinación y siempre buscó tomar la iniciativa en el partido. Sin embargo, tuvo dificultades para construir jugadas claras. En esta ocasión, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister no brillaron en el mediocampo. En defensa, la actuación de Cristian Romero fue destacable, y la afición coreó su nombre en varias ocasiones. Romero, defensor del Tottenham, se aventuró en el ataque con gran personalidad en momentos clave del partido.
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Ecuador, que había obtenido el segundo lugar en las Eliminatorias anteriores y tuvo una destacada actuación en el Mundial, planteó un sistema de juego cerrado y ordenado bajo la dirección del entrenador español Félix Sánchez Bas. Optaron por un esquema 5-3-2, centrado en evitar sorpresas y confiando en que Enner Valencia o Moisés Caicedo, este último fichado por el Chelsea por 140 millones de euros, pudieran sorprender en la delantera. Sin embargo, su estrategia ofensiva no funcionó y su solidez defensiva se derrumbó cerca del final del partido.
Argentina continúa celebrando, pero también comenzó su camino hacia el Mundial 2026 con la misma determinación que la llevó a la gloria. Lionel Messi, a pesar de haber solicitado ser sustituido a tres minutos del final, demostró una vez más su calidad. El martes, la selección campeona del mundo se enfrentará a Bolivia en la altitud de La Paz, buscando seguir sumando éxitos en su camino hacia el próximo Mundial.