En media polémica de calidad de la vacuna cubana Abdala, México le da la confianza.
El presente anuncio del mandatario López Obrador de que la vacuna Abdala va a ser el biológico usado para inmunizar contra el coronavirus a los chicos menores de 11 años ha despertado una disputa sobre la estabilidad, efectividad y calidad de la vacuna para esta población.
Especialistas advierten de existente escasa información disponible sobre la calidad y estabilidad de la vacuna en los menores e insisten en que el biológico aún no cuenta con el observado bueno de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni con la autorización para uso pediátrico de la Comisión Federal para la Defensa contra Peligros Sanitarios (Cofepris).
En el balance de su gira por Centroamérica y el Caribe hecho a inicios de esta semana, López Obrador informó de que como parte del consenso de cooperación en temas de salud se acordó la entrada a dosis de la vacuna Abdala para menores de edad. “Vamos a obtener una vacuna que ellos permanecen produciendo para chicos bastante pequeños que les dio bastante buen resultado. Son vacunas para chicos, para pequeñitos, prácticamente para coronavirus de 2 años en adelante en una primera etapa”, manifestó en Palacio Nacional, sin ofrecer más detalles.
El líder dio por hecho la compra y aplicación de este biológico en este conjunto de edad, a pesar de que la junta de Moléculas Novedosas de la Cofepris —integrado por un conjunto de especialistas externos —todavía no emite la autorización para la utilización de emergencia de este biológico en menores. En México, la exclusiva vacuna avalada hasta entonces para chicos desde los 5 años es Pfizer, no obstante, el régimen no cuenta con el abasto suficiente para iniciar su inmunización contra el covid-19.