“Nunca hemos estado tan fuertes como hoy”, dijo Machado, en medio de amenazas chavistas.
La lideresa opositora, María Corina Machado encabezó una multitudinaria movilización en Caracas, contra el fraude electoral en Venezuela, en una jornada, en la que volvió a defender la victoria de Edmundo González Urrutia.
“No vamos a dejar las calles; la nuestra es una lucha cívica y pacífica. Nunca hemos estado tan fuertes como hoy y nunca el régimen estuvo tan débil. La violencia es el único recurso que les queda, pero nosotros no agredimos. Creyeron que me iban a callar, a atemorizar, paralizar, pero esto demuestra al mundo la magnitud de la promesa y que vamos a llegar hasta el final”, dijo.
Machado, quien reclama la victoria de Edmundo González Urrutia y la comprobó con la publicación de más del 80% de las actas, se mostró junto a sus seguidores y los alentó a mantenerse fuertes y no bajar los brazos, a pesar de la represión e intimidación del régimen.
“El 28 de julio marca un hito a partir del cual se inició la transición a la democracia en Venezuela. Después de una brutal represión, creyeron que nos iban a callar, atemorizar o paralizar (pero) la presencia de cada uno de ustedes aquí demuestra al mundo la magnitud de la fuerza y lo que significa que vamos a llegar hasta el final”, dijo sobre un camión en Caracas, vestida con una remera blanca.
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SOBERANÍA
“¡Estamos defendiendo la soberanía popular a través del voto! Nunca el régimen (de Maduro) ha estado tan débil. Han perdido toda legitimidad” y nosotros “no vamos a dejar las calles”, añadió Machado.
“Todos los venezolanos dentro y fuera del país estamos viviendo las horas mas importantes. Todos sabíamos que este era un proceso complejo. Muchas veces nos dijeron que era imposible demostrar el fraude y nosotros lo hicimos con la victoria”, continuó y confió “en este Bravo Pueblo” y en “la verdad, que está en nuestros corazones y en cada palabra que seguimos pronunciando”.
“Hoy el miedo está en otra parte (…) la nuestra es una lucha cívica y pacífica, pero no es débil. Nosotros no tenemos armas de fuego, es el régimen que las usa contra la población, protestar cívica y pacíficamente no es violencia”, insistió.
La dirigente de 56 años, que el jueves dijo estar escondida por temor a su vida en una columna publicada en The Wall Street Journal, reapareció así junto a otros dirigentes de la oposición, aunque con la ausencia de González Urrutia quien, al igual que ella, fue amenazado por Maduro de cárcel.
MULTITUD
Por su parte, los asistentes respondieron con alegría y entusiasmo de, esta vez, no permitir que las elecciones les sean robadas y conseguir el tan anhelado cambio para el país. “Siento esperanza al verla a pesar de las amenazas, siento que es una luz para Venezuela. Tengo mucha fe en que vamos a salir de este gobierno. No más miseria. Vamos a prosperar”, dijo Adrián Pacheco, un comerciante de 26 años.
“Maduro es ilegítimo. No somos terroristas, luchamos por nuestro país, por la libertad. Pido a Maduro que escuche la voz de nuestros hermanos, por todos los que han muerto”, sumó, por su parte, Jezzy Ramos, de 36 años, mientras que Sonell Molina, cuyos hijos se fueron del país aseguró: “Estoy defendiendo la democracia y el voto. El gobierno no reconoce que perdió. Es un autogolpe”.
Las manifestaciones se celebraron en un ambiente de tranquilidad y sin mayor despliegue de las fuerzas de seguridad, a diferencia de lo que suele ocurrir en las marchas sin la presencia de los políticos, donde el régimen reprime y arresta arbitrariamente a los civiles. Según el último balance de la ONG Foro Penal, ya son 939 los detenidos injustamente, mientras que once personas han perdido la vida desde el lunes.
PERSECUCIÓN
El dirigente opositor y periodista Roland Carreño, quien ya había estado preso entre 2020 y 2023 acusado de “terrorismo”, fue nuevamente detenido, según denunció su partido Voluntad Popular, de Juan Guaidó y Leopoldo López. A él se suma Freddy Superlano, secuestrado desde el martes por la mañana.
A pesar de estas claras muestras de descontento popular, Maduro fue ratificado la víspera por el oficialista Consejo Nacional Electoral como presidente reelecto con 52% de los votos, por encima de un 43% atribuido a González Urrutia. Aprovechando estos datos, Maduro reiteró sus acusaciones contra los líderes de la oposición de intentar fraguar un golpe de Estado, así como contra potencias extranjeras, como Estados Unidos, a las que señaló por intervencionismo.