Por Pablo Carranza
– Primero, díganos en qué estado se encuentra la minería en el Perú…
Bueno, la minería peruana es un tema muy amplio ahorita de abarcar, tiene muchas aristas, entonces tocar el tema de la minería informal, de todo lo que se está atravesando y que se ve ahora y se sabe, sería un pelito de la minería. Pero habría que analizar más profundamente el tema porque para entender lo que está sucediendo ahora en minería, hay que saber qué sucedió ¿por qué hemos llegado a esta situación? ¿qué ha pasado? Entonces, muy poca gente habla de cómo es que se forma la minería informal, ilegal y todos los nombres que existen hasta la fecha.
– Nos gustaría centrarnos en la minería formal. ¿Por qué está en estado de abandono por parte del Estado?
Entonces, el tema es muy amplio y lo que yo puedo decir así, sintetizando al máximo, es que hemos descuidado la parte de actuar del Estado porque el Estado ha ido de una forma muy errática, en una forma pendular de un extremo al otro extremo y nunca hemos logrado la línea del equilibrio. En los años 70’s, cuando ya salíamos de ese gobierno nefasto que hubo acá (Juan Velasco Alvarado) y ya comenzaban un poco las cosas a entrar en una forma más cuerda, se crea el Banco Minero y recién ahí con Francisco Morales Bermúdez comienzan las cosas a mejorarse y por primera vez nos convertimos en exportadores de oro, cuando el oro estaba a un precio muy bajo y la labor del Estado fue pues crear, a través del banco minero, el Ministerio de Energía y Minas, Minero Perú Comercial (Mimpeco), todo un paquete para que la minería se desarrolle y se logró un gran desarrollo en esos años. Es decir, había una armonía. En esos tiempos solamente existía la pequeña minería, la mediana minería y la gran minería. Ahora debajo de la pequeña minería hay una serie de nombres que ya crean confusión: minería ilegal, artesanal, en proceso de formalización y una serie de términos nuevos que han aparecido, producto de ese problema minero social que hay.
– Pero ¿cómo la criminalidad afecta a la gran minería?
Si vamos a hablar de la criminalidad ya tendríamos que hablar de otra cosa, tendría yo que referirme obligadamente a las Fuerzas Armadas del Perú, a las cuales yo les tengo un profundo respeto como institución porque gracias a ellas es que estamos ahora conversando libremente, porque si no ya estaríamos con censura por el comunismo, y gracias a las Fuerzas Armadas que nos han salvado del comunismo hace poquito y bueno, eso lo saben todos. Pero también hay cosas, hay una institución la Policía Nacional del Perú, una institución pues de mucho prestigio, una institución que realmente ha dado muchos frutos al Perú, pero desgraciadamente se ha distorsionado y lo digo esto porque generales, amigos míos, que son de la policía, me dicen: mire Eduardo, en la PNP hay que eliminar al 80% del personal porque se disfrazan de asaltantes y salen a asaltar con las armas del Estado, y hacen una serie de abusos. Por ejemplo, por ahí el Estado da una norma, por decir un ejemplo, usen el cinturón de seguridad, y si no lo usan hay una multa de mil soles. Entonces, eso sirve pues de argumento a los malos policías para comenzar a fijarse quién no se puso el cinturón de seguridad.
– Queríamos hablar de la criminalidad porque se sabe que los corredores mineros están a merced del crimen organizado ¿Qué opina de ello?
Si vamos a hablar de la criminalidad, tendríamos que ver cuántos crímenes diarios hay en Lima (…) En las minas ya no se puede trabajar porque llegan los delincuentes y perturban a los mineros que realmente son mineros de origen campesino, de origen muy modesto, y les quitan la posibilidad de crecer. Las autoridades de minería lo que tienen que hacer es una retención del 5% y decirle a cualquier minero, como en la época de Mimpeco, que compraba todo el mineral que se producía en el Perú, decirle: “Bueno señor, le damos una retención del 5% u 8% de su venta de oro o de mineral, usted viene acá, nos dice tengo tanto mineral, cuesta tanto, y nos paga aquí en cualquier banco, paga usted su retención y ya su dinero que recibe es un dinero legal”. Para no estar con la policía correteándolo para decirle: “oye ya te chape que estás lavando dinero o me das 50 mil dólares o te meto adentro, te acuso al fiscal para que te quiten todo y te hagan pérdida de dominio”. Entonces, todo eso hay, es una mafia, es muy amplio el tema.
– ¿Por qué es tan difícil para los mineros informales hacer el proceso de formalización en el Perú?
Porque acá en el Perú es un pecado ser emprendedor. Aquí en el Perú es un pecado ser empresario, porque para ser empresario tienes que tener varias manos, una para defenderte de la delincuencia, otra para defenderte del abuso del Estado, otra para defenderte de las malas autoridades, policías, fiscales, jueces, que de alguna forma te quieren sembrar faltas para cobrarte y venirte a extorsionar. Entonces, ese es el problema, y justamente ha bajado el porcentaje del sector minero que tributa en 25%, el resto es ilegal, o sea, no pagan impuestos. Entonces, aquí hay un problema de dinero y la gente que no gobierna. Recién ahora tenemos un ministro de Energía y Minas, que debió haber entrado hace rato, que es el ingeniero Rómulo Mucho y hay otro señor que ha entrado en Economía y Finanzas, el economista José Arista que dicen que también está muy aparente y que da la talla. Dios quiera que sea así, y una muestra de que cuando entran personas serias a gobernar, inmediatamente, la Bolsa de Valores de Lima ha subido en Nueva York en estos últimos días, y aquí en Lima también. Entonces, los indicativos económicos mundiales comienzan a mejorar, es como cuando entró Javier Milei en Argentina, comenzó a mejorar.
– ¿Cómo hacerle entender a la ciudadanía que la minería es la principal actividad económica del Perú y que es su palanca al desarrollo?
Pero justamente, acá el Estado peruano persigue al minero emprendedor, llámalo minero artesanal o ilegal o informal, ponle el nombre que quieras, pero es un hombre que está sacando minerales y que simplemente quiere formalizarse. Pero es perseguido como a un delincuente, y eso no puede ser porque es un peruano, y ojo, que esos mineros, todo su dinero lo dejan en el Perú, la gran minería saca su dinero afuera, no lo deja acá de ninguna manera y nosotros, los mineros peruanos venden su oro a Bolivia, y hemos convertido a Bolivia en el primer productor de oro, pudiendo ser nosotros los primeros productores de oro.
– Hablemos de ese punto. En Bolivia el 80% del oro que exporta proviene del Perú ¡que está sucediendo ahí?
Porque todos los mineros son perseguidos por el gobierno peruano como criminales, y ellos son padres de familia, tienen que mantener a su familia, pero son perseguidos a muerte. ¡Qué falta de idea! Simplemente a esa gente tienen que decirle: “paga tu 5% de retención, mientras nosotros trabajamos para ver cómo te formalizamos correctamente”. Pero, tiene que haber un paliativo, tiene que haber un puente hacia lo mejor. No puede ser a rajatabla, que persigan a un peruano que está trabajando para mantener a su familia y lo declaren delincuente. O sea, por angas o mangas termina de delincuente. Ahora con toda esa gente que este gobierno dejó entrar del extranjero, no digo que sean todos delincuentes, pero siempre hay excepciones en todas partes, pero la gran mayoría pues son delincuentes y han puesto al Perú de cabeza ahorita.
– ¿Qué opciones plantearía usted para poder salir de este mal momento de la minería?
En 24 horas se arregla eso con una ley que diga: “señores, desde ahora todo minero que tiene mineral en venta se acerca a un banco, paga su retención y ya su dinero es formal”. De esa forma se evita toda la delincuencia que hay, porque ya no van a tener a quién corretear los delincuentes. Entonces comienza todo a funcionar, comienza todo a funcionar. Porque se tiene que hacer algo ahora, no mañana, sino hoy o ayer. Este es un tema de dinero, entonces se tiene que decir a los mineros informales que no necesitan sacar su producto aurífero por las fronteras y venderlos a otros lugares, sino que vengan aquí.