Por: Edwin Cavello Limas / El caso Richard Swing nos tiene atentos a todo lo que ocurra con el tema económico del Ministerio de Cultura, y esto es importante porque no queremos que otros Richard Swing vuelvan a meterse al bolsillo 175 mil soles por conferencias sapienciales, entre otras órdenes de servicio.
Como se sabe, el Ejecutivo dispuso la transferencia de 50 millones de soles a favor del Ministerio de Cultura con la finalidad de mitigar los efectos económicos en dicho sector, a través de subvenciones no reembolsables y la adquisición de contenidos culturales en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Esto a simple vista parece positivo. Pero el asunto es que se le está inyectando más dinero al ministerio que no realizó un buen gasto de su presupuesto. En otras palabras, esto puede ser visto como un premio al caso Richard Swing. Lo que hubiese tenido sentido, es reestructurar el Ministerio primero y al mismo tiempo cortar las cabezas de todos esos grupitos enquistados durante estos 10 años, y luego recién inyectar los 50 millones. Pero en el Perú los políticos de turno hacen las cosas al revés.
Hay que dejar en claro que esos 50 millones no tienen nada que ver con el famoso y tan ansiado “bono económico” para los artistas en condición de vulnerabilidad. Esos 50 millones destinados por Decreto de Urgencia tienen como finalidad financiar la adquisición de contenidos culturales y apoyos económicos a personas naturales y jurídicas, principalmente.
Según la Resolución Ministerial N°136-2020-MC el gasto será de la siguiente forma: Para la puesta en valor y el uso social del Patrimonio Cultural se ha destinado 6 millones 300 mil soles. Para el Desarrollo y Promoción de las artes e Industrias Culturales se ha destinado 43 millones 472 mil 361 soles; y para las Acciones Centrales (gastos administrativos y planeamiento) se destinó 227 mil 639 soles. Todo eso suma 50 millones de soles.
Después de todo el escándalo del caso Richard Swing, que incluso ha salpicado al presidente Martín Vizcarra, lo que los trabajadores del sector cultural se preguntan ¿Cómo se hará para evitar que este dinero caiga en manos de otros Richard Swing? O en manos de los grupitos que son los caseritos del MINCUL.
Otro dato importante es que el MINCUL durante casi 10 años de su creación ha mostrado incapacidad de gestión, y de los 14 ministros que pasaron por el MINCUL, 11 son de la PUCP. Este dato nos hace pensar que el Ministerio de Cultura parece haberse convertido en una caja chica no solo de Richard Swing (Doctor Honoris Causa), sino también de la gentita de la PUCP: Juan Ossio Acuña (antropólogo PUCP). Luis Peirano Falconí (sociólogo PUCP). Diana Álvarez. Calderón (abogada PUCP). Jorge Nieto Montesinos (sociólogo PUCP). Salvador del Solar Labarthe (abogado PUCP). Alejandro Neyra Sánchez (abogado PUCP) – 2018. Patricia Balbuena Palacios (abogada PUCP). Ulla Holmquist Pachas (arqueóloga PUCP). Luis Jaime Castillo Butters (arqueólogo PUCP). Sonia Guillén (Docente de la PUCP) y Alejandro Neyra Sánchez (abogado PUCP) -2020.
Esto también se repite en los viceministerios donde el 95 % de los viceministros tiene la sigla PUCP. Mientras esto sucede, el bono prometido para los artistas nunca llega.
(*) Periodista y director de la revista cultural Lima Gris.