A pesar de las controversias, el Ministerio de Educación ha enviado una comisión de profesionales para investigar los casos de violación
Las declaraciones de la ministra de la Mujer, Ángela Hernández, sobre los casos de violación sexual a niñas awajún en la provincia de Condorcanqui, Amazonas, han generado una ola de indignación y rechazo. Hernández ratificó estas agresiones como «prácticas culturales», lo que ha sido visto como una minimización del grave problema de violencia sexual en la región.
Anteriormente, el ministro de Educación. Morgan Quero, mencionó que las violaciones denunciadas podrían ser parte de una «práctica cultural» en las comunidades amazónicas, sugiriendo que esto podría ser una forma de construcción familiar en esas comunidades.
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Esta afirmación fue realizada mientras explicaba las acciones que el Ministerio de Educación está tomando para investigar los 500 casos reportados. Quero aseguró que, a pesar de sus declaraciones, no dudará en formular las denuncias correspondientes una vez concluida la investigación.
Por su parte Ángela Hernández enfatizó la importancia de informar a las niñas y adolescentes sobre la postergación de relaciones sexuales y la protección en caso de que decidan tenerlas, aunque destacó la necesidad de prevenir los abusos sexuales.
Ministros de la Mujer y Educación en el ojo de la tormenta
Las declaraciones de ambos ministros han sido fuertemente criticadas por diversos sectores de la sociedad. Organizaciones de derechos humanos, colectivos feministas y la sociedad civil en general han manifestado su rechazo, considerando inaceptable que se hable de violación sexual en términos de prácticas culturales.
Argumentan que estas declaraciones desvían la atención del problema real, que es la violencia sexual y la falta de protección de los derechos de las niñas y mujeres en estas comunidades.