El laboratorio reduce en un 68,7% el beneficio en el tercer trimestre de la vacuna Moderna
El fabricante farmacéutico Moderna ha revisado a la baja su pronóstico de ingresos en 2022 por los acuerdos suscritos para la venta anticipada de su vacuna contra el Covid-19 como consecuencia del retraso relacionado con limitaciones del suministro a corto plazo, según anunció ayer la empresa, que entre julio y septiembre vio caer un 68,7% el beneficio neto, hasta 1.043 millones de dólares.
En el tercer trimestre, los ingresos de Moderna sumaron un total de 3.364 millones de dólares, lo que supone una reducción del 32,3% respecto de las ventas contabilizadas en el mismo periodo del año anterior. De esta forma, se confirma una ralentización del uso en el mundo de su vacuna.
De este modo, en los nueve primeros meses de 2022, la biotecnológica obtuvo un beneficio neto de 6.983 millones de euros, un 6% menos que un año antes, a pesar de que sus ingresos aumentaron un 25,9%, hasta los 14.356 millones (13.600 millones en ventas de su vacuna del Covid-19, su único producto).
De cara al conjunto del año, la vacuna Moderna espera alcanzar ingresos de entre 18.000 y 19.000 millones de dólares, frente a la expectativa anterior de unos 21.000 millones, “tras el retraso de ciertas entregas hasta 2023 debido a limitaciones de suministro a corto plazo”. La empresa farmacéutica asegura que esa facturación refleja aplazamientos de 2.000 a 3.000 millones que pasarán a la actividad de 2023.
“Las ganancias de hoy continúan mostrando un fuerte impulso corporativo. Con 13.600 millones en ventas de productos durante los primeros tres trimestres del año, y acuerdos de compra anticipada para entrega este año, ahora se espera que produzcan alrededor de 18.000 a 19.000 millones en ventas de productos”, reconoció Stéphane Bancel, CEO de la vacuna Moderna. “Continuamos con una posición financiera sólida mientras nos preparamos para múltiples lanzamientos de productos futuros a nivel global”, añadió.
