Alcalde dice que «de 10 vecinos, te tributan solo dos»
La noticia de la insolvencia financiera o quiebra de la municipalidad del Rímac, anunciada por el alcalde Néstor de la Rosa Villegas, ha generado preocupación entre los vecinos. Esta situación crítica pone en riesgo la estabilidad económica y la prestación de servicios básicos en el distrito.
Según las declaraciones del alcalde en recientes entrevistas, la insolvencia financiera de la municipalidad del Rímac se debe a un desequilibrio entre los egresos y los ingresos. El déficit en el presupuesto ha llevado al distrito a una situación crítica.
El alcalde del Rímac ha señalado que, para enfrentar la crisis financiera en la que se encuentra inmersa la municipalidad del Rímac, se requiere una inyección de capital de 100 millones de soles como “salvavidas temporal”. A pesar de recaudar un presupuesto anual de 30 millones de soles, la municipalidad enfrenta un desafío significativo: cubrir una planilla de cerca de 34 millones de soles.
“Tenemos una pérdida de seis a ocho millones al año. Debemos siete millones en limpieza pública, es calamitoso lo que pasamos”, “De 10 vecinos, te tributan solo dos”, declaró a los medios.
De la Rosa Villegas ha comunicado a través de Radio Nacional que el distrito cuenta con una asignación de 10 millones de soles provenientes del Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN). Sin embargo, no pueden acceder a la totalidad de este monto debido a la retención de 3 millones de soles por concepto de deudas históricas.
“Para los distritos que no tienen recaudación, el gobierno apoya. A Rímac le llega un FONCOMUN de 10 millones y me retiene el 20% por deuda histórica y de décadas anteriores”.
El presupuesto de las entidades locales es un instrumento crucial para la planificación y gestión de su actividad económica. Según sus declaraciones, el déficit al finalizar el año oscila entre 6 y 8 millones de soles. Para solventar esta situación, ha presentado una solicitud para ampliar el FONCOMUN de 10 a 40 millones de soles. El objetivo es lograr un equilibrio fiscal que permita cubrir tanto los gastos de planilla como la ejecución de obras .
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