Para saber de dónde viene el dinero y en qué acciones se gastan, señala excongresista Nelly Cuadros
Pablo Carranza
En diálogo con La Razón, la excongresista de Fuerza Popular Nelly Cuadros no tuvo miramientos y disparó fuertemente contra la “mega mafia caviar”, la cual calificó como el “principal cáncer que ha carcomido no solamente la débil institucionalidad del Estado peruano, sino la moral ciudadana”.
Asimismo, señaló que los principales miembros del caviaraje son el expresidente Martín Vizcarra, así como la exministra Flor Pablo, el exmandatario Francisco Sagasti y el periodista de IDL-Reporteros Gustavo Gorriti, “que en estos tiempos sin tener un cargo público ha puesto en evidencia su influencia, por ejemplo, en la Fiscalía de la Nación, que la ha tenido desde muchos años atrás”.
– ¿Qué opinión tiene del primer año del gobierno de la presidenta Dina Boluarte?
En primer lugar, hay que recordar que estábamos prácticamente al borde de un quiebre sistemático del país y en eso ocurre la transición con Dina Boluarte. Lo que hemos pasado todo este año es un gran estancamiento. No hemos terminado de caer al precipicio, que es lo que en realidad se esperaba de un gobierno que es parte de un equipo con una ideología pro comunista como el de Dina Boluarte. Lo mejor que nos ha pasado es que no hemos ido en ese mismo ruedo al precipicio. Ha habido un estancamiento y yo creo que nos va a ir bien. Ahora ya toca darnos nuevamente la oportunidad de rescatar nuestro país para encender el motor y retomar de alguna forma, aunque con dificultad, la rienda de la prosperidad, que nos ha sido muy difícil en los últimos años irlo construyendo.
– ¿Usted cómo nos describiría la polarización ideológica y política que hay en el Perú?
No cabe duda de que, en estos últimos meses, se ha desvestido completamente, ha saltado a la evidencia el verdadero poder fáctico que maneja el país, principalmente en la dimensión política y eso influye en otros aspectos, como la dimensión económica. Además, del gran consorcio de medios de comunicación manejado por esta mega mafia ‘caviar’, que son muchos activistas negociantes y comerciantes de la política, donde han utilizado a muchos partidos políticos, a muchos medios de comunicación para sus propios intereses, que es el manejo del Estado y por supuesto de sus recursos. Esto se está poniendo en evidencia con el escándalo de la salida de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides; con la evidente demostración de la parcialización de la actual Junta Nacional de Justicia (JNJ) hacia un sector político y no actuando con una justicia por lo menos razonable. Ya el cinismo es tan evidente que lo que podemos ver en este tiempo, en este último mes, es que a la mafia caviar se le ha visto el fustán, se le vio todos los intereses, todo el organigrama cómo están constituidos, quiénes son y cuál es su forma de actuar. Antes se hablaba de una forma tácita y silenciosa, que era casi como un tabú, pero hoy por hoy ya sabemos que es un verdadero poder fáctico que maneja el Estado. En cualquier gobierno que esté, no importa que sea un gobierno de derechas o de izquierdas, o quien se llame el gobierno actual, la mafia caviar siempre ha tenido esa estrategia, esa astucia para imponer sus poderes internos dentro del Estado.
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– ¿Nos podría decir quiénes son las cabezas que manejan esta mafia de caviares, que usted nos menciona?
Yo creo que el principal caviar, no ideológicamente, pero sí políticamente, es Martin Vizcarra. El elemento más influyente de toda esta mafia caviar es Martin Vizcarra y tiene muchos congresistas de línea izquierdista. Esta izquierda sofisticada, que es una izquierda que principalmente radica en la capital y que trafica con los intereses políticos, se ha visto su llegada dentro del Congreso para sus propios fines. También están Flor Pablo, el expresidente Francisco Sagasti, Gustavo Gorriti, que en estos tiempos sin tener un cargo público ha puesto en evidencia su influencia, por ejemplo, en la Fiscalía de la Nación, que la ha tenido desde muchos años atrás. Por supuesto, hay otros muchos congresistas que han servido de peones para toda esta mafia.
– Hay un factor muy importante aquí en el Perú que son las ONG ¿cree que deberían fiscalizarlas de manera adecuada, dado el poder que tienen?
La mafia caviar es el principal cáncer que ha carcomido no solamente la débil institucionalidad del Estado peruano, sino también ha carcomido la moral ciudadana. Porque la gente de a pie, los campesinos que viven en el recodo más alejado del país, de la Amazonía o de la sierra, ven en los medios de comunicación cómo son los escándalos políticos, cómo se maneja la justicia. Entonces, la gente ya no confía en nadie porque no hay autoridad, no hay justicia, no hay una policía fuerte a quien respetar, no hay instituciones, no hay Estado. Entonces, eso es lo que la mafia caviar ha destruido, no solamente infectando el sistema gubernamental, el Estado como tal, sino también la cultura y la moral de la gente. Esto por supuesto, ya en estos últimos tiempos se ha puesto en evidencia, con qué mecanismos, cuáles han sido las estrategias de acción de toda esta mafia caviar, donde las ONG han sido los fuertes o la herramienta fundamental y un poder paralelo a las instituciones. Es increíble que las ONG no sean sujetos de fiscalización, sin embargo, son representantes y actores de grandes presupuestos y sobre todo estas acciones que despliegan a las ONG tienen impacto en el Estado, tienen impacto en las acciones ciudadanas porque participan en nombre de muchas actividades sociales, que son completamente ideológicas.
– ¿El Congreso debería legislar una normativa que permita fiscalizar el financiamiento de las ONG?
Yo creo que la Asociación Peruana de Cooperación Internacional (APCI), que es la institución creada para tal fin, no tiene al final ninguna competencia real, ningún efecto real para fiscalizar los fondos que entran al Perú y cómo se utilizan y cómo estos impactan en el Estado y en la gente. En realidad, pedir que el actual Congreso lo haga es como una gran ilusión, porque también es una institución que está bastante infectada en estos tiempos. Y prácticamente lo que quedaría sería informarse, informar más para que la gente y que todos los ciudadanos, demócratas y patriotas, y sobre todo la gente que está siempre al pie de la batalla en defensa de la patria, ponga la lupa encima de las ONG, y así ver de dónde vienen los fondos y en qué acciones se gastan estos fondos.
