Nicolás Maduro aseguró que las medidas contra las redes sociales no buscan restringir la libertad de expresión y acallar las voces críticas en un contexto de alta tensión tras elecciones cuestionadas
En medio de la crisis política y social en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, el presidente y dictador Nicolás Maduro ha arremetido contra varias redes sociales y plataformas digitales.
El 12 de agosto, durante una reunión con líderes estatales, Maduro acusó a TikTok de fomentar la guerra civil y apoyar el fascismo. El presidente afirmó que la plataforma le suspendió su cuenta hasta el 19 de agosto y criticó la transmisión de protestas contra su régimen.
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Maduro también anunció el bloqueo de la red social X (anteriormente Twitter) por 10 días, acusándola de recibir un «ataque cibernético» para fomentar el odio y justificar la violencia. Esta medida sigue a su desafío a Elon Musk, dueño de X, quien aceptó el reto del presidente venezolano.
El 7 de agosto, Maduro instó a los venezolanos a dejar de usar WhatsApp, alegando que se usaba para amenazar a chavistas. Recomendó alternativas como Telegram y WeChat. Además, su gobierno ha bloqueado el acceso a servicios de entretenimiento como Disney+ y Max (HBO), describiendo estas acciones como una respuesta a un «golpe de Estado cibernético».