Fue en Valladolid, España, en donde el niño de 14 años falleció.
El niño de 14 años murió el jueves por la noche después de ser esposado por guardias en un centro de detención de menores en Valladolid. Tres superiores que le acompañaban al área asistencial del Centro de Internamiento de Menores de Zambrana, regentado por la Junta de Castilla y León, alertaron a dos miembros del equipo de seguridad que controlaban al niño que en ese momento mostraba violencia.
Un menor de nacionalidad tunecina sufrió un infarto y falleció como consecuencia de la intervención del operador, que no logró detenerlo y lo esposó. Según la consejera de familia Isabel Blanco, la actuación de los técnicos se realizó de acuerdo al procedimiento correcto. La Policía Nacional y la Audiencia de Valladolid investigan la causa del incidente.
El vocero anunció el viernes por la tarde que también iniciaría una investigación sobre el incidente y solicitó información al panel de familia ya la oficina del fiscal general del estado. Tal como señaló el Defensor del Pueblo en su comunicado, esta es la tercera muerte de un menor en la última década encarcelado mecánicamente en un centro de este tipo. En 2020, el Defensor del Pueblo abordó las recomendaciones del Departamento de Justicia sobre la prohibición del arresto domiciliario mecánico en las cárceles de menores. La agencia cree que «los conflictos en dichos centros deben resolverse mediante técnicas pacíficas de desescalada».
Al igual que la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección Integral de la Infancia y la Juventud frente a la Violencia, que fija las normas de una organización que promueve la prohibición del uso de dispositivos de ayuda mecánica en estos centros, la organización recuerda que es ahora el exministro socialista Ángel Gabilondo. El asesor Blanco enfatizó que por regla general se tomaban «medidas coercitivas físicas» en presencia del personal docente, pero en vano se optó por medidas «mecánicas», algunas esposas. Tras el sometimiento, el adolescente pierde el conocimiento y no responde a los estímulos. Tampoco fue un intento de resucitar alrededor de las 10:15 p.m. El comité no explicó qué sucedió durante la discusión o qué causó que el niño se volviera violento.
El niño llegó a España el 29 de noviembre y está bajo la protección de Castilla y León desde el 1 de diciembre. Por primera vez estuvo destinado en la residencia juvenil José Montero en Valladolid. Sin embargo, se comportó de forma agresiva en el centro, por lo que fue trasladado a otro centro de menores en Zamora.
Según el informe de la junta, jugó «una variedad de comportamientos disruptivos, incluidos insultos, amenazas y agresiones», y finalmente fue enviado al Centro Juvenil Zambrano durante al menos tres meses. Los incidentes violentos continuaron en el nuevo asentamiento. La fiscalía ha recibido numerosos informes sobre la necesidad de esposar o inmovilizar a los adolescentes. El menor aseguraba que había sido operado recientemente de una dolencia abdominal y que ingresó en tren procedente de Suiza. También dijo que su madre vive en su Túnez natal y su padre vivió con él un tiempo en Sicilia (Italia).
El ministerio se ha comprometido a contactar a su madre y está dispuesto a pagar el costo del transporte del cuerpo de regreso al norte de África o enterrarlo en Valladolid.
