Velocidades de hasta 300 km/h ponen en riesgo vidas de motociclistas y conductores que se arriesgan por sentir más adrenalina en carreteras
En las madrugadas de los jueves y viernes, la Costa Verde se convierte en escenario de piques ilegales, donde conductores desafían la muerte al alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h. Estos eventos clandestinos, que carecen de autorización, representan un peligro latente tanto para los participantes como para los transeúntes.
Recientemente, un trágico accidente subrayó la peligrosidad de estas prácticas. Un choque entre dos vehículos involucrados en piques ilegales dejó como saldo un fallecido y varios heridos, capturado en un impactante video que muestra el momento del choque.
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Los automóviles de alta gama, principalmente conducidos por jóvenes de alrededor de 20 años, se congregan desde horas antes en un grifo cercano para prepararse antes de dirigirse a la pista. Estos encuentros, observados por numerosos espectadores, comienzan en el cruce de la calle Los Castaños con la avenida Javier Prado, desde donde parten hacia la avenida Tudela y Varela, Angamos Oeste y finalmente al circuito de playas en la Costa Verde.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por intervenir mediante operativos, los conductores continúan desafiando las normas sin mostrar temor a las consecuencias. Los vecinos han denunciado repetidamente estos eventos que perturban la tranquilidad del entorno y aumentan el riesgo de accidentes fatales.
Según el Reglamento Nacional de Tránsito, estas acciones son consideradas infracciones «muy graves», lo que conlleva una multa de S/1,236 y la pérdida de 100 puntos en el récord de tránsito del infractor. Sin embargo, estos eventos no son exclusivos de Lima, habiéndose reportado también en otras regiones del país como Surco, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador.
La práctica de piques ilegales no solo compromete la seguridad vial, sino que también afecta la calidad de vida de los residentes locales, quienes enfrentan altos niveles de ruido durante las noches. La preocupación comunitaria ha motivado un incremento en las denuncias y en las medidas tomadas por las autoridades para abordar esta problemática.
Las altas velocidades y las maniobras temerarias realizadas en condiciones sin medidas de seguridad adecuadas incrementan considerablemente el riesgo de accidentes mortales. Estos eventos irresponsables no solo ponen en peligro la vida de quienes participan, sino también la de peatones y otros conductores que transitan legalmente por las calles y avenidas.
Para reportar estas actividades ilícitas, se recomienda contactar a la Policía Nacional del Perú al número 105, a fin de que intervengan y detengan estas prácticas peligrosas que amenazan la seguridad pública y la tranquilidad de la comunidad.